jueves, agosto 11, 2011

El principal problema de Francia se llama España y se apellida Italia

Las ayudas que están recibiendo Madrid y Roma dañan a los países que tienen que financiarlas. Este sobrecoste podría agravar el estancamiento que se atisba en el país vecino.



Los mercados sufrieron ayer momentos de histeria. ¿El detonante? A primera hora de la mañana de ayer se hablaba del temor a una rebaja de ráting de Francia, pero las propias agencias de calificación de riesgos y el propio presidente galo, Nicolas Sarkozy, desmintieron radicalmente este extremo. Sin embargo, las fuertes caídas de las bolsas continuaron a pesar de estas aclaraciones, golpeando además fuertemente a la cotización de los bancos con incluso caídas de dos dígitos.

Los analistas del sector financiero consultados ayer por EXPANSIÓN señalan que la solvencia de Francia no es lo que está realmente en cuestión, y apuntan que el verdadero lastre de las locomotoras europeas no es la credibilidad de sus propias cuentas, sino que cada vez menos países tienen que sostener a una Europa en la que gana peso la periferia.

Los países débiles representan un porcentaje del Producto Interior Europeo (PIB) cada vez mayor. Los problemas de Francia no se explican porque sus indicadores de deuda y de déficit sean muy preocupantes, aunque sí que es cierto que los números rojos de Francia (con una previsión de déficit del 5,6% del PIB para este año) sí que bordea el límite de una triple A. Lo que preocupa básicamente a los inversores es que el escenario macroeconómico y fiscal galo empeore por las ayudas que tendrá que dar a los países periféricos, un grupo al que ya también pertenecen España e Italia.

Por lo tanto, Francia no tendrá que adoptar más medidas y recortes porque su sector público tenga problemas de liquidez en el presente, sino para garantizar la estabilidad de la moneda única en el futuro. Lo único claro es que si se quiere garantizar la supervivencia del euro, las locomotoras europeas tendrán que arrimar el hombro, y la factura no le saldrá gratis a los contribuyentes de esos países, aunque en los discursos políticos de Nicolas Sarkozy y de Angela Merkel se hable de esta cuestión de tapadillo.

Las compras de deuda del Banco Central Europeo no son más que un extintor pequeño en medio de un gran incendio. El organismo que preside Jean Claude Trichet ha garantizado que va a comprar deuda de España e Italia en el largo plazo, lo que ha conseguido calmar el encarecimiento de la financiación. No obstante, los mercados funcionaron ayer con ciertas dosis de esquizofrenia: mientras que el riesgo país de los países débiles y de Francia se mantenía estable, los Credit Default Swaps (los llamados seguros antiquiebra) avanzaron significativamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA