En una Libia que está rápidamente entrando en la era post Kadafi, los grupos petroleros internacionales, en especial italianos y franceses, comienzan a sacar cuentas y miran con gran interés al crudo del país africano, cuyas reservas son superiores a las de cualquier otro Estado de esa región y despiertan el apetito de las grandes potencias occidentales.
Una de las incógnitas que las grandes petroleras están tratando de entender en estas horas es si en la “nueva” Trípoli habrá estabilidad política, elemento clave para poder hacer negocios , o si en cambio el país entrará en una fase de turbulencias tanto políticas como económicas.
Libia es el cuarto productor del “oro negro” de Africa, después de Nigeria, Argelia y Angola, con una producción de 1,8 millones de barriles por día. Sus reservas son de unos 44.000 millones de barriles.
Cercano desde siempre a Italia, Muammar Kadafi había hecho precisamente de Roma el primer socio en el campo petrolífero. Desde hace ya décadas, los distintos gobiernos italianos trataron de mantener buenas relaciones con Libia, país al cual le compran el 28% del crudo que consumen.
Luego de Italia, los otros países que compran el “oro negro” libio son Francia, China y Alemania. Según expertos europeos, la producción volverá a crecer lentamente en los próximos meses, pero aún en la mejor de las previsiones se cree que la oferta petrolera no logrará superar antes del 2012 el 50% de la producción existente antes del estallido, en febrero. En el 2013, ese nivel podría alcanzar el 100% de la producción precedente al conflicto.
Fuente: Diario Clarín de Buenos Aires
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