Las tropas del Gobierno sirio ha acabado, desde el lunes pasado, con la vida de más de 220 personas, sobre todo desertores, según han anunciado opositores al régimen de Bashar Asad.
En lunes, 227 miembros del llamado Ejército de la Siria Libre murieron durante un ataque de artillería de las fuerzas de combate sirias contra los desertores que se habían atrincherado en Yabal al Sawiya y Chan Sheichun, en la provincia de Idlib.
La agencia de noticias estatal Sana informó de combates entre el Ejército y "grupos terroristas" en la región, con varios muertos. En las filas militares no hubo bajas.
El lunes murieron tamibén 42 civiles y este martes perdieron la vida otros tres civiles en Daraa e Idlib, según los activistas.
La Liga Árabe enviará en los próximos días observadores al país por primera vez desde el estallido de la crisis en marzo.
En la noche del lunes, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de condena por la dura represión de Siria de las manifestaciones de civiles. Según Naciones Unidas, más de 5.000 personas murieron en nueve meses de violencia en el país.
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