David Cameron paga la factura de las políticas de austeridad económica

Las políticas de austeridad económica le están pasando factura a David Cameron, en el momento más bajo de popularidad cuando están a punto de cumplirse sus dos años al frente del Gobierno de coalición. El apoyo a los conservadores ha caído hasta el 29% frente al 40% de la oposición laborista, la mayor diferencia desde 2004, según una reciente encuesta de YouGov.

El sondeo demuestra una fuga de votos hacia los ultraconservadores y eurófobos del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), con un 10% de respaldo popular y a un solo punto de la tercera fuerza política, el centrista Partido Liberal Demócrata. "Han sido unas semanas difíciles", admitió ante la BBC el propio Cameron, que prometió hacer todo lo posible por "relanzar" la economía británica, que ha vuelto a caer en recesión por primera vez desde el 2008. Aun así, el primer ministro culpó de la situación a la crisis de la zona euro y no expresó su voluntad de imprimir un volantazo a las políticas de austeridad auspiciadas por el ministro de Finanzas George Osborne. La caída en picado de Cameron se remonta precisamente a la presentación del presupuesto a finales de febrero, con la baja del tipo impositivo a los más ricos y nuevos recortes para los pensionistas.

Pese a los esfuerzos del Gobierno por reconducir el debate y hacer hincapié en las contrapartidas para las familias de clase media, los presupuestos de 2012 pasarán seguramente a la historia como uno de los mayores fiascos del Gobierno Cameron. Reveses personales El primer ministro ha sufrido también en las últimas semanas varios reveses personales: desde el escándalo de la financiación de los partidos y sus cenas secretas con donantes millonarios, a sus estrechos lazos con Rupert y James Murdoch, que la semana pasada le dejaron en evidencia ante la Comisión Leveson de ética periodística.

 La 'confesión' de los Murdoch puede acabar desencadenando una crisis de Gobierno, con el ministro de Cultura Jeremy Hunt en el filo de la navaja por supuesto favoritismo a News Corporation. Cameron respaldó la semana pasada a Hunt en la Cámara de los Comunes, pero ha iniciado un calculado desmarcaje entre el clamor creciente pidiendo su dimisión.

Fuente: Diario El Mundo de España