El gobierno de Mariano Rajoy y su severa política de ajuste no solo sufren ataques por parte de los mercados, los especuladores y el enemigo invisible oculto tras el inflamado riesgo país. Ayer, los "conspiradores" tuvieron nombre y apellido, y resultaron ser los mismos que suelen estrecharle la mano al presidente español en cuanta cumbre internacional se lleva a cabo: los mandatarios de Italia y Francia, y el "número dos" del gobierno de la ya rescatada Portugal.
Todos, a su turno, no tuvieron reparos en mandar castigada a España al rincón de los peores de la zona euro. Y, amparados en la mala semana vivida por este país tras el nulo efecto del recorte adicional de 10.000 millones anunciado el lunes, tampoco dudaron en señalarlo como un verdadero peligro para la estabilidad de la economía continental.
Ante la andanada de críticas y reparos de los líderes europeos, el presidente español pidió ayer "prudencia" y recordó la importancia estratégica que el país que conduce tiene para el continente.
"Lo que es bueno para España, es bueno para la zona euro", dijo Rajoy, que además negó las crecientes versiones sobre un inminente rescate financiero a España.
La primera estocada había corrido por cuenta del primer ministro italiano, Mario Monti . En la carrera que mantiene con Rajoy por evitar que su país sea el próximo en necesitar un rescate financiero externo, el mandatario tecnócrata culpó a España del súbito aumento de la prima de riesgo italiana en los últimos días.
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