En medio de un clima cambiario cada vez más enrarecido, la cotización del dólar informal profundizó ayer su escalada. El precio de este billete sumó más de 20 centavos por segundo día consecutivo (lo que equivale a una tasa de aumento del 3% promedio diaria), lo que le bastó para superar cómodamente la barrera de los 6 pesos, que algunos operadores imaginaban como "techo". En un mercado de dimensiones reducidas , por temor a los múltiples y cada vez más extendidos operativos de control oficial, el billete vendedor cerró a $ 6,15, pese a que los operadores coincidían en señalar una rareza: entre el público en general ayer hubo más oferentes de dólares que compradores.
"Hay gente que tiene dólares de reserva y, a estos precios, se tienta a vender una parte de ellos. Se trata de montos pequeños, en general, y -según comentan- la mayoría lo hace en un intento por multiplicar sus pesos para cancelar otras deudas que tienen tomadas en pesos", confió ayer un operador tras reiterar su reclamo de anonimato. La misma historia refirieron otros. "Nos pasa algo así. Por compras hay muchas consultas, pero pocas operaciones. Pero en las últimas horas, con el paralelo escalando cada vez más, florecieron los vendedores", coincidió otro operador. Aun así, desafiando las leyes de mercado, los paralelos (definición que alcanza tanto al dólar como al euro y al real, las tres monedas extranjeras más operadas en la plaza local) no dejaron de encarecerse. Por el contrario, se dispararon más. Por caso, ayer apenas se supo que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) había ampliado sus controles a otros barrios porteños (clausuró dos locales ubicados en Belgrano y Colegiales, donde vendían "de forma ilegal divisas extranjeras") el precio del paralelo se empinó más.
La anécdota da cuenta de las crecientes distorsiones con que se maneja la plaza informal, las que, según los analistas, tienen su razón de ser en el férreo bloqueo que aplica desde hace poco más de dos semanas la AFIP a las compras legales de divisas, al recortar los límites autorizados a cambiar de moneda en función de los ingresos. Aldo Micelli, de la agencia Coin, una de las tradicionales de la City cordobesa, dijo a LA NACION que desde que la AFIP amplió la restricciones a las compras minoristas en esa casa pasaron a negociar un 10 por ciento de lo que operaban. Confió además que las escasas ventas autorizadas "no superan los 500 dólares por cliente". Sus colegas de la City porteña manejan una proyección similar y, en algunos casos, inferior. "El promedio operado en mayo anda en eso. Pero te diría que desde hace dos semanas el movimiento en nulo", apuntaron en una agencia de la calle San Martín. De hecho, la postal de mostradores vacíos en las casas de cambio ya pasó a ser un clásico.
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