jueves, mayo 24, 2012

Choque de trenes entre Merkel y Hollande

 

A falta de un solo avance sustantivo en los dos focos de la crisis europea —Grecia y España, que flirtean peligrosamente con el desastre—, hubo concesiones para Francia en el besamanos europeo de François Hollande. La Unión Europea ha permitido una pequeña conquista al nuevo presidente de Francia en su estreno europeo: los socios pondrán en marcha en la próxima cumbre, a finales de junio, un programa —a largo plazo, eso sí— para estudiar la mutualización de la deuda pública europea. Y habrá medidas para estimular el crecimiento.

Francia ganó el asalto en la cumbre informal de anoche en Bruselas. Una nueva retórica empieza a imponerse —al menos a los puntos— con la vista puesta en sacudir los cimientos de la respuesta europea a una crisis que mantiene entre la espada y la pared a Grecia y España. Ante la previsible negativa de Alemania, los mercados dictaminaron el fracaso de la cumbre horas antes de que los líderes europeos probaran el primer bocado en la cena informal que sirvió como puesta de largo de Hollande. Esa querencia por el fracaso es antigua.

Y en cierta manera arbitraria: ayer no era día de acuerdos, a pesar de las tensiones en los mercados, sino la ocasión de que los líderes expusieran sus ideas de cara a la reunión de junio y ante las consecuencias de la austeridad a rajatabla con denominación de origen alemana. La peculiar trampa que Europa se ha impuesto a sí misma se deja sentir sobre la economía (doble recesión, paro en niveles de depresión, desasosiego en los mercados) e incluso sobre la política (ascenso de los extremismos, peligro de fractura del euro). La cumbre tenía que servir para explorar los límites sin tabúes, no para aprobar medidas. Y los límites, en medio de una crisis desmesurada, los impone el más fuerte.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA