El proyecto de reforma del mercado de capitales no había entrado anoche en el Congreso y ya había empezado a circular entre los operadores, que después de leerlo no ocultaron su inquietud. Además de quitarles la autorregulación a entidades como el Mercado de Valores (Merval), la Bolsa de Comercio, el Rofex y el Matba, la iniciativa contempla una nueva clasificación para los agentes del mercado, modifica el secreto bursátil y le otorga a la Comisión Nacional de Valores (CNV) la mayoría de las facultades que hasta ahora estaban delegadas en las instituciones privadas.
En un día complicado para las bolsas del mundo, la noticia potenció las bajas en la plaza local. El principal indicador de la Bolsa porteña, el Merval, descendió ayer 3,58%, mientras que el índice líder de Wall Street, el Dow Jones, bajó 1,82%, después de que se difundieran resultados corporativos más negativos de lo esperado en Estados Unidos.
Según el borrador del proyecto de modificación del mercado de capitales, que en las próximas horas irá al Congreso, uno de los puntos que más inquietan a los operadores es el que hace referencia al secreto bursátil. El artículo 53° contempla que los agentes quedarán relevados de la obligación de guardar secreto "de las operaciones que realicen por cuenta de terceros, así como de sus nombres", cuando les sean requeridos por la CNV, el Banco Central, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Superintendencia de Seguros.
El proyecto, que busca reformar la ley 17.811, deberá ser sometido al tratamiento del Congreso, pero se descuenta que tendría la vía libre para ser aprobado sin grandes modificaciones. La CNV tendrá 180 días para reglamentarlo una vez que entre en vigor la ley.
En términos generales, la Bolsa de Comercio sería una de las instituciones más afectadas por los cambios. Por lo pronto, porque el texto establece que los mercados de capitales deberán constituirse como sociedades anónimas y además deberán estar comprendidas en el régimen de oferta pública de acciones, mientras que la Bolsa es hoy una asociación sin fines de lucro.
Pero además, le quita muchas funciones relacionadas con la oferta pública que pasarán a la órbita de la CNV. El artículo 19° del proyecto detalla las competencias y facultades que tendrá el organismo regulador. Allí, por ejemplo, se fija que la CNV deberá "en forma directa e inmediata supervisar, regular inspeccionar, fiscalizar y sancionar a todas las personas físicas y jurídicas que, por cualquier causa, motivo o circunstancia, desarrollen actividades relacionadas con la oferta pública de valores negociables"; fijar los requerimientos patrimoniales que deberán acreditar las personas físicas y jurídicas sometidas a su fiscalización; establecer regímenes de información y requisitos para la oferta pública diferenciados, y "llevar el registro, otorgar, suspender y revocar la autorización de oferta pública de valores negociables y otros instrumentos y operaciones", entre muchas otras.
Aunque no lo establece como una obligación, el proyecto también retoma la idea de unificar los mercados de valores. Si bien no lo señala explícitamente, sí dice que buscará "la creación de un mercado de capitales federalmente integrado, a través de mecanismos para la interconexión de los sistemas informáticos". En el pasado, existieron varios proyectos para unificar al MAE, el Merval, la Bolsa, el Matba y el Rofex, pero no llegaron a buen puerto por las diferencias entre sus accionistas.
LOS NUEVOS AGENTES
Como anticipó anteayer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, el proyecto de ley les quita a todos los mercados locales el derecho de autorregularse y elimina la exigencia de que los agentes de Bolsa sean accionistas de alguno de los mercados vigentes, que simplemente deberán contar con la autorización de la CNV. Sin embargo, varios expertos consultados por LA NACION coincidieron que es lo suficientemente ambiguo como para no poder evaluar el alcance de la nueva participación de la CNV.
"Este proyecto da amplísimas facultades a la CNV y hay muchos puntos abiertos. No se sabrá cómo impacta hasta tanto no se conozca la reglamentación", opinó un operador, que analizó en detalle el texto.
El borrador habla, por caso, de los "acuerdos de accionistas" y la obligación de informar sobre ellos y de definir las funciones de los directores. A simple vista, para algunos especialistas, esto podría perjudicar a algunas empresas cotizantes que hoy están en la mira del Gobierno.
El artículo 81°, asimismo, deja abierta las puertas para que la CNV pueda aplicar criterios no sólo "objetivos" sino también "subjetivos" para autorizar a una persona física o jurídica a operar, ya sea como agente o como mercado.
El texto establece una clasificación detallada de los agentes del mercado. Habla de agentes de negociación, productores de agentes de negociación, los de colocación y de distribución, los de corretaje (o brokers), los de liquidación y de compensación, los de administración de productos de inversión colectiva, como las sociedades gerentes o los fiduciarios financieros; los de custodia de productos de inversión colectiva; los de depósito colectivo, y los agentes de calificación de riesgo.
"El artículo 1° contiene objetivos loables, pero no se mencionan en todo el proyecto los principios que los hagan realidad", opinó otro analista. "Parte es copia del proyecto que había presentado Jorge Capitanich, pero agrega otras normas que remiten mucho al pasado, como el artículo 68°, que habla del «accionariado obrero»", dijo..
Del editor: cómo sigue
Se espera que el proyecto de ley ingrese hoy en el Congreso para su pronto tratamiento y aprobación. Pero la clave estará en la reglamentación.
Fuente. DIARIO LA NACIÓN DE BUENOS AIRES
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