La presidenta Cristina Kirchner afirmó ayer que la falta de diálogo con el Reino Unido por la soberanía de las Malvinas “no va a poder mantenerse así demasiado tiempo”. Al encabezar el acto oficial por los 31 años del desembarco argentino en las islas, basó su pronóstico en que Malvinas “ya no es únicamente una causa argentina. Porque si de algo me enorgullezco, si de algo me siento plena de amor, es haber logrado, con el acompañamiento de todos los mandatarios de la América Latina, de la UNASUR, del MERCOSUR, de la CELAC, haber convertido a Malvinas, ya no es una causa nacional, sino en una causa regional de soberanía y en una causa global de lucha contra el colonialismo”.
Luego volvió a criticar duramente al Reino Unido y por elevación al primer ministro David Cameron al pedirle que “ no usen el tema Malvinas para tapar el desastre económico que vive Europa con despidos y desocupación” como así tampoco “el nuevo ajuste que tiene pensado implementar en Londres”.
Rodeada de casi todo su gabinete, el vicepresidente Amado Boudou y el gobernador de Chubut Martín Buzzi, dijo también que “hoy la argentina no tiene enemigos, los únicos enemigos son la pobreza y la desigualdad que venimos combatiendo desde hace diez años.
Hoy el enemigo es el gobierno y no el pueblo de Gran Bretaña, un gobierno que no quiere dialogar pese a que existe un clamor de todo un continente”.
En un momento de su discurso de 40 minutos, Cristina tuvo un error geográfico: llamó Golfo San Jorge al Golfo Nuevo donde se encuentra Madryn. Desde el palco, alguien le comentó el error y reaccionó rápidamente: “Bueno es lo mismo, es todo igual. Dije San Jorge para que no se enojen los de Comodoro Rivadavia que andaban medio cabreros porque no fuimos para allá. Que tontería”.
La presidenta se refería a la actitud de los ex combatientes de la ciudad petrolera que, enojados por el cambio de escenario (el acto central iba a ser en Comodoro) decidieron no viajar (Ver aparte). Sólo hubo un puñado de ex combatientes llegados desde distintas partes del país.
El acto se realizó en el Monumento a los Caídos ubicado en la costanera de Puerto Madryn, frente al mar. No asistió la multitud que se esperaba: hubo unas 1.500 personas pese a que el clima acompañó ya que fue un mediodía sin viento y con una agradable temperatura.
Tras hacer un relato de cómo vivió los días de la guerra en Río Gallegos donde residía, Cristina habló de los 123 soldados enterrados como “NN” en el cementerio de Darwin (Ver aparte) y tuvo otro mensaje para Cameron: “Mientras ellos militarizan en vano y mandan buques de guerra al Atlántico Sur nosotros mandaremos un buque científico por un convenio que tenemos con el gobierno de Canadá”.
En el final de su discurso homenajeó a Matías Sanzana, un joven de 24 años militante de La Cámpora en Rawson que durante el verano perdió la vida en el mar tras salvar la de otros dos chicos que se estaban ahogando. “Es el mejor ejemplo de amor al prójimo”, dijo.
El acto dejó postales políticas. Como el abrazo del secretario de Comercio, Guillermo Moreno y el líder piquetero K Luis D´Elía, sentados muy cerca uno del otro en una de las gradas laterales y la presencia de una bandera de Venezuela que, cuando se retiraba entre la gente Cristina hizo flamear reiterada veces. D’Elía hasta el acuerdo con Irán por la AMIA era evitado en los actos oficiales.
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