Le comunicaron que su padre, el dictador Park Chung-hee, acababa de ser asesinado. "¿Está la frontera asegurada?", inquirió. Aún hoy los surcoreanos admiran que en aquel contexto se preocupara por la seguridad nacional. Ocurrió en 1979. Park Geun-hye preside desde febrero Corea del Sur, un cargo complicado por el conflictivo vecino del norte.
Es costumbre que Pionyang salude la llegada al poder de cada presidente surcoreano con una crisis. Park prometió el lunes "una respuesta firme sin entrar en consideraciones políticas" si las provocaciones afectan a su país o su pueblo. Nadie se extrañó.
Fuente. DIARIO EL PERIODICO DE ESPAÑA
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