Diecisiete coches bomba han explotado la mañana del lunes en Irak,dejando al menos a 55 muertos en áreas chiís en uno de los atentados más letales desde que los insurgentes sunís, incluido Al Qaeda, comenzaron a incrementar sus ataques en el último año.
Fuentes policiales y médicas han informado de que los ataques, que parecen haber estado coordinados, se concentraron en pueblos y ciudades en las zonas del sur de Irak, mayoritariamente chiíes, y distritos de la capital donde los chiís residen.
Al menos 10 personas fallecieron cuando dos coches bomba estallaron cerca de una estación de autobus en la ciudad de Kut, a 150 kilómetros al sudeste de la capital, ha señalado la policía.
Cuatro personas más murieron en otra explosión en el pueblo de Mahmoudiya, ubicado treinta kilómetros al sur de Bagdad.
El resto de las detonaciones tuvieron lugar en Bagdad, Cuidad Sadr, Habibiya, Hurriya, Bayaa, Ur, Shurta, Kadhimiya y algunos barrios Risala.
Aumenta la violencia en Irak
La violencia ha incrementado los temores de un posible retorno al conflicto en toda regla en un país donde los kurdos, chiitas y sunitas musulmanes todavía tienen que encontrar una manera estable de compartir el poder.
En los últimos meses, militantes islámicos sunitas han recuperado su impulso de una insurgencia contra el gobierno liderado por los chiitas, golpeando con una ferocidad que no se veía en años.
Tan solo en julio, más de 810 personas perdieron sus vidas en ataques militares en el país. La semana pasada, otra ola de atentados en Bagdad y sus alrededores dejaron 60 muertos y más de 190 heridos.
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