Estados Unidos ha decidido ampliar hasta el 10 de agosto la orden de cierre de gran parte de sus embajadas en los países árabes o de mayoría musulmana de Oriente Próximo, Norte de África y Sur de Asia ante la persistencia del riesgo de un atentado terrorista por parte de la rama de Al Qaeda en la península Arábiga. Cuando el pasado jueves el Departamento de Estado informó de la clausura de varias de las sedes de sus misiones diplomáticas en ese territorio, dejó abierta la posibilidad de extender esta medida para extremar la cautela.
El criterio del Gobierno estadounidense ha sido bien recibido por senadores y congresistas de ambos partidos. Mientras, Francia ha anunciado que prorrogará hasta el jueves el cierre de su sede diplomática en Yemen, y Bélgica ha redoblado las alarmas ante un posible atentado terrorista.
Los legisladores que han tenido acceso a los informes que han motivado la adopción de estas medidas de seguridad han aplaudido la actitud del Gobierno de EE UU. “Estas son, probablemente, las amenazas más creíbles y específicas de las que tenemos constancia desde el 11-S”, ha reconocido a la cadena CBS el republicano Michael McCaul, presidente del comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Muchos de los políticos que este domingo han alabado la decisión del Gobierno de EE UU de extremar las precauciones en Oriente Próximo y el Norte de África han hecho hincapié en la importancia que los programas de vigilancia de la Administración han tenido a la hora de poder preparar a la nación para prevenir un posible ataque terrorista, justo cuando la extensión y la eficacia de estas técnicas de espionaje, desveladas por el exanalista de la CIA, Edward Snowden, están siendo cuestionadas por una buena parte del Congreso y de la sociedad estadounidense. “La Agencia Nacional de Inteligencia [NSA] ha demostrado su importancia una vez más”, ha asegurado el influyente senador republicano Lindsey Graham, quien ha advertido a sus colegas del Capitolio que si “quieren desmantelarlas, solo harán de EE UU un país mucho menos seguro”.
La orden de ampliar el cierre de las embajadas afecta, entre otras, a las sedes de Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Kuwait, Libia o Catar. Las misiones de Afganistán o Argelia tienen previsto abrir como de costumbre este lunes. A la decisión de clausurar los edificios de las misiones diplomáticas, EE UU sumó este viernes una alerta de viaje, que no impide a sus ciudadanos viajar a la zona, pero sí les insta a extremar las precauciones.
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