"Italia corre un peligro que puede ser fatal. Depende de nosotros. Depende de un sí o un no". Eso ha asegurado el primer ministro italiano,Enrico Letta, en el discurso que esta mañana ha pronunciado en el Senado, donde en breve se votará la crucial moción de censura que tras la crisis de Gobierno abierta por Silvio Berlusconi determinará la caída del Gobierno o su supervivencia.
En su discurso Letta se ha referido explícitamente a Berlusconi, quien hace una semana, en pleno proceso de ser expulsado del Parlamento tras su reciente condena por evasión fiscal, comenzó a amenazar conhacer caer al Ejecutivo si no se le permitía mantener su escaño.
Según los cálculos iniciales, hasta 40 senadores del centroderecha estaban dispuestos a seguir el consejo de Alfano y, desoyendo las órdenes de Berlusconi, votar a favor de Letta permitiendo la supervivencia de su Gobierno. Aunque las últimas informaciones sostienen que los 'disidentes' serían unos 23, un número que sería suficiente para salvar al Ejecutivo pero muy, muy por los pelos.
Letta ha dejado claro esta mañana que hay que distinguir "la vida del Gobierno de los asuntos de Berlusconi" y que los problemas judiciales del ex primer ministro y la suerte del Ejecutivo son cosas que "no pueden ni podrán ser superponer", insistiendo en la separación del poder judicial del poder legislativo.
Y por si no estuviera lo suficientemente claro, ha insistido en que "en un Estado democrático las sentencias se respetan y se aplican" y que"todos los italianos son iguales ante la ley", sin que ninguno pueda ser favorecido o perjudicado. De los escaños del centro derecha se han escuchado en ese momento algunas protestas y abucheos.
Letta ha destacado el grave peligro que para la economía del país supondría la caída en este momento del Gobierno y ha insistido en la imagen catastrófica que se daría de Italia como un país en el que no se puede confiar y que no aprende de sus errores. También ha insistido en que la caída del Gobierno supondría renunciar a las reformas que están en marcha. Y no ha querido dejar de resaltar que si se va a votar con la actual ley electoral, conocida popularmente como La Porcata (la cerdada), lo más posible es que se vuelva a desembocar en una situación de ingobernabilidad como la que se vivió tras las elecciones de febrero pasado.
Berlusconi, por su parte, ha escuchado desde su escaño en el Senado el discurso de Letta. 'Il Cavaliere' ha dicho que quiere ver la cara de aquellos que voten a favor de Letta y en contra de lo que él ha ordenado.
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