Así es el misil ruso que derribó el avión

     Así es el misil ruso que derribó el avión

Los medios rusos informaron en junio de que los rebeldes de Donetsk habían capturado una base ucraniana con lanzaderas antiaéreas.

El atentado contra el avión comercial de Malasya Airlines está cubierto todavía con muchas incógnitas. Una de ellas es su autoría. Todo apunta a que fueron los rebeldes pro rusos de Donetsk. Por un lado, han estado lanzando ataques contra aviones y helicópteros ucranianos con regularidad. Por otro, poco después de derribar el avión un grupo de rebeldes blasonó en twitter haber derribado un avión ucraniano, cosa que no ocurrió. Lo que sí se derribó fue el Boeing 777 de MA, con el que podrían haberse confundido. Y hay una conversación capturada de los pro rusos reconociendo que han derribado un avión comercial.

Si bien hay poco margen para la incertidumbre sobre la autoría, sí es cierto que no es una cuestión resuelta. Y que hay otras que aún están por aclarar. Una de ellas es si este derribo fue accidental o fue intencionado. Puede que creyeran que apuntaban a un objetivo militar, erróneamente. O puede que, ante los avances del Ejército Ucraniano, buscasen una escalada del conflicto. 

Y aún queda un elemento de incertidumbre. ¿Tienen los pro rusos un arma capaz de derribar desde tierra un avión comercial? Los rebeldes de Donetsk tienen en su poder varias armas tipo MANPADS, Sistema de Defensa Aérea Transportable por el Hombre. Es un sistema antimisiles de infantería. Su alcance es suficiente para los helicópteros, aviones de reconocimiento, aviones de carga, que suelen volar en cotas no muy altas. 

Este tipo de arma empezó a construirse en los años 50’, con los misiles Ojo Rojo. Se cree que los rebeldes de Donetsk tienen el SA-18 Igla, que es uno de los más sofisticados que hay en el mercado. Es muy preciso, pero sólo alcanza objetivos que estén a 11.500 pies o menos. De hecho, los servicios de inteligencia de los Estados Unidos han confirmado, con la información que poseen, que el avión fue derribado por unos misiles tierra-aire situados en la zona de conflicto, en el este de Ucrania. Por otro lado, el pasado 14 de julio, las fuerzas rebeldes de Donetsk derribaron un avión a 6.500 metros, 21.300 pies, muy fuera del alcance de sus MANPADS SA-18 Igla.