El diario El Clarín de Buenos Aires se ocupa hoy en su editorial a los delitos que se están cometiendo en las fronteras del MERCOSUR. Recomiendo su lectura, por el interés que debemos tener en los delitos que se denuncian allí.
Las áreas fronterizas del Cono Sur están regresando a la preocupación central de los gobiernos. Al narcotráfico y el contrabando se sumaron últimamente el tráfico de niños y mujeres, un delito transnacional que ha sido observado con señales de alerta en los últimos días por un informe del Departamento de Estado norteamericano.En el pasado, el motivo central de las tensiones fronterizas eran las disputas limítrofes en las que confrontaban los Estados, sobre todo cuando éstos estaban gobernados por regímenes militares más propensos a embarcarse en carreras armamentistas. En la actualidad, el factor desestabilizador y conflictivo no es la amenaza de Estados vecinos sino su debilitamiento y la ausencia de capacidades estatales para prevenir el delito y garantizar la legalidad. En este contexto, los ministros del Interior del Mercosur y sus países asociados del Cono Sur acaban de firmar dos convenios de cooperación tendientes a lograr una mayor coordinación entre los gobiernos en sus políticas migratorias y de seguridad.Uno de los aspectos que deben mejorarse es el de los controles de documentación de ingreso y egreso para evitar el tráfico de niños y adolescentes y las prácticas de explotación utilizadas para el contrabando y la piratería.
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