La clave es interrogarnos sobre el futuro, las tendencias económicas, tecnológicas, incluyendo las estrategias de los principales actores globales y de nuestros competidores. Osvaldo Rosales. Interesante artículo que trae el diario La Tercera de Santiago, y que recomiendo su lectura:En la administración de los TLC se aludió, en un reciente editorial de La Tercera (18 de febrero), a exportar más valor agregado, a mejorar la presencia exportadora de las Pymes y al énfasis en educación e infraestructura para constituirnos en plataforma regional de inversiones.
Hoy, la pregunta es qué falta en este debate para avanzar en serio. En mi opinión, son tres los temas: innovación tecnológica; alianzas internacionales y generar un proyecto-país, el que podría resumir en los dos puntos anteriores.
Hoy, la pregunta es qué falta en este debate para avanzar en serio. En mi opinión, son tres los temas: innovación tecnológica; alianzas internacionales y generar un proyecto-país, el que podría resumir en los dos puntos anteriores.
Proyecto-país, en palabras del senador del PPD Fernando Flores, se trata de instalar una conversación sobre el futuro posible del país. Esto, a través de un ejercicio pragmático que incluya actores públicos y privados, universidades y regiones, estableciendo acuerdos sobre fortalezas y debilidades competitivas de Chile en la economía global, así como un itinerario realista de prioridades que permita trabajar conjuntamente para abordar las debilidades y aprovechar las fortalezas. Lamentablemente, para buena parte del empresariado esta cooperación público-privada aún huele a estatismo y planes quinquenales. Estos rezagos ideológicos no concuerdan ni con las realidades del mundo de los negocios ni con la historia de las experiencias exitosas de competitividad. El resultado más importante de este ejercicio es la construcción de las confianzas que permitan definir espacios de consenso en las políticas públicas, tal que las decisiones de inversión, innovación tecnológica, educación y capacitación vayan más de la mano con las adoptadas en política comercial.
La clave es interrogarnos respecto de cómo imaginamos al país en los próximos 10 ó 20 años, dadas las tendencias económicas, comerciales, tecnológicas, energéticas y demográficas del escenario global, regional y nacional, incluyendo las estrategias previsibles de los principales actores globales, de nuestros competidores y de nuestros hermanos latinoamericanos. En ese escenario global cambiante destaca la intensidad del cambio tecnológico y la forma en que éste va alterando las competitividades relativas de países, sectores, productos y empresas.
Alianzas. Cafta es una tremenda oportunidad. Cafta y Nafta tienden cada vez más a operar como mercado unificado, y esa tendencia se acentuará. La integración centroamericana se profundizará gracias al Cafta, abriendo espacio a nuevos negocios en servicios, inversiones y compras públicas. Chile tiene TLC con Centroamérica y debiera estar presente en ellos. El Cafta permite acumulación de origen en variados rubros y ello desatará procesos de alianzas, inversión y fusiones, y en ellos también habría que estar presentes. Nuestra agroindustria quedó rezagada en la desgravación arancelaria con EEUU, pero en el Cafta enfrenta desgravación inmediata. Hay espacio para alianzas en producción, inversión, gestión, distribución y comercialización, con empresarios centroamericanos y norteamericanos, preparándonos para cuando nuestra agroindustria ingrese libre de arancel a Estados Unidos.
Singapur destaca en logística portuaria y plataforma de servicios. Singapur concluyó un TLC con Panamá, detectando las formidables oportunidades de inversión, de negocios y servicios e incluso de ocupaciones técnicas que plantea la ampliación del Canal de Panamá. Chile tiene TLC con ambos países y debiéramos estar atentos a tales oportunidades, máxime si queremos avanzar en materia de plataforma regional de negocios. Singapur es clave para nuestro vínculo con China, pero también para la presencia en el Mar Indico y como triángulo de operaciones con India y Australia y más adelante con Malasia y Tailandia. Un mejor uso de los TLC requiere discutir y consensuar visiones de país a largo plazo, sobre desafíos y oportunidades, en una lógica de alianzas internacionales y negocios globales. Después será más fácil concordar sobre instrumentos y modalidades más precisos. Lo importante es dar inicio a ese debate.
Singapur destaca en logística portuaria y plataforma de servicios. Singapur concluyó un TLC con Panamá, detectando las formidables oportunidades de inversión, de negocios y servicios e incluso de ocupaciones técnicas que plantea la ampliación del Canal de Panamá. Chile tiene TLC con ambos países y debiéramos estar atentos a tales oportunidades, máxime si queremos avanzar en materia de plataforma regional de negocios. Singapur es clave para nuestro vínculo con China, pero también para la presencia en el Mar Indico y como triángulo de operaciones con India y Australia y más adelante con Malasia y Tailandia. Un mejor uso de los TLC requiere discutir y consensuar visiones de país a largo plazo, sobre desafíos y oportunidades, en una lógica de alianzas internacionales y negocios globales. Después será más fácil concordar sobre instrumentos y modalidades más precisos. Lo importante es dar inicio a ese debate.
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