El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad una declaración presidencial no vinculante que da a Irán un plazo de 30 días para suspender totalmente sus actividades de enriquecimiento de uranio. Los cinco miembros permanentes llegaron a un acuerdo tras hacer algunas concesiones a Rusia y China. Después de tres semanas de negociaciones, finalmente EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China alcanzaron un acuerdo que constituye un primer aviso sobre otras posibles acciones que pueda ejercer el organismo de Naciones Unidas. El texto, elaborado por Londres y París con apoyo de Washington, insta al régimen de los ayatolás a suspender sus actividades nucleares y cumplir con las exigencias del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Asimismo, pide al director de esta agencia, Mohamed El Baradei, que en un periodo de 30 días redacte un informe sobre el cumplimiento por Teherán de sus demandas. El embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, se mostró satisfecho por el acuerdo, que en su opinión supone una presión a Irán para que "suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio y de procesamiento de plutonio". "La declaración envía un mensaje claro", señaló el diplomático norteamericano, quien declaró que en la reunión ministerial de hoy en Berlín estudiarán los pasos que deberán seguir en caso de que Teherán no cumpla lo exigido.
En esa reunión participarán los ministros de Exteriores de EEUU, Rusia, China y la 'troika' europea encargada del caso, formada por Reino Unido, Francia y Alemania, y debatirán propuestas sobre cómo solventar la crisis iraní a largo plazo.
En esa reunión participarán los ministros de Exteriores de EEUU, Rusia, China y la 'troika' europea encargada del caso, formada por Reino Unido, Francia y Alemania, y debatirán propuestas sobre cómo solventar la crisis iraní a largo plazo.
Rusia prefiere mayor consenso
El embajador ruso ante la ONU, Andrey Denisov, mostró cautela al expresar su satisfacción por el acuerdo de los cinco grandes: "La elaboración de la resolución es como un plato de cocina. El lenguaje podría mejorarse, pero en esta fase, es el apropiado. Refleja la preocupación de los miembros del Consejo", precisó. Rusia y China han sido los opositores más firmes a que la declaración implicara futuras medidas coercitivas contra Irán, como sería la imposición de sanciones, por temor a que Teherán reaccione negativamente y decida retirarse del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). "Hemos acordado un documento que envía un mensaje claro a Irán de que todos estamos muy preocupados con su programa nuclear", dijo Denisov. Asimismo, insistió en que la mayor exigencia en la declaración presidencial es que las autoridades iraníes "deben aclarar todas las dudas que existen sobre los propósitos sobre su programa nuclear".
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