Editorial del diario El Clarín de Buenos Aires:
Irán se ha transformado, en las últimas semanas, en la principal preocupación en materia de desafío armamentista y desarrollo nuclear con fines inciertos. La escalada de enfrentamiento retórico con los EE.UU. y las admoniciones del presidente iraní agregaron otro elemento a un problema con aristas peligrosas e inquietantes.El régimen iraní lleva adelante un programa de enriquecimiento de uranio que se niega a suspender, pese a las exigencias de los países miembros del Consejo de Seguridad. La adquisición de capacidad nuclear como herramienta militar disuasiva de los Estados acompaña a las relaciones internacionales contemporáneas como factor decisivo de la seguridad y los conflictos globales. Pero conforma un cóctel explosivo cuando lo lleva a cabo un régimen radicalizado como el de Irán. Este reivindica su derecho a desarrollar la energía nuclear para uso pacífico pero no descarta su utilización con fines defensivos u ofensivos e impide la entrada de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Se da la paradoja de que Irán es firmante del Tratado de No Proliferación mientras otros países que están fuera del mismo, como la India, son actualmente potencias estabilizadoras y aliadas de los EE.UU. Mientras tanto, otras amenazas penden sobre la seguridad e integridad de las naciones, como la diseminación de armas de destrucción masiva en manos de organizaciones y redes terroristas. El fortalecimiento de la estructura de seguridad colectiva resulta, por ello, fundamental para evitar que escaladas como la actualmente en curso con Irán desemboquen en mayores y más riesgosas confrontaciones. La comunidad internacional debe evitar tanto el desarrollo nuclear con fines no pacíficos por parte de Irán como la aplicación sobre dicho país de la misma estrategia de "guerra preventiva" ejecutada sobre Irak hace tres años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario