Las vueltas que da la vida, sobre todo en política: ¿quién habría pensado hace 16 años, cuando Alan García salió de la presidencia del Perú con los más altos niveles de impopularidad, que al cabo de un tiempo los votos de sus conciudadanos lo pondrían de nuevo a las puertas del Palacio de Pizarro?Menos se habría imaginado su resurrección política cuando García huyó de su país en 1992, dos años después de concluir su mandato, y se asiló en Colombia –y luego en Francia–, para evadir órdenes de arresto por enriquecimiento ilícito, cohecho y responsabilidad en acciones represivas en las cárceles peruanas durante su gobierno. Pero todo esto, así como su cuestionada gestión económica, que llevó al país al borde de la bancarrota –con una inflación del 2.178 por ciento y una moneda tan devaluada que cambió dos veces de denominación–, quedó atrás para los peruanos, que acaban de darle a García una segunda oportunidad: la de enfrentar al candidato nacionalista Ollanta Humala en la segunda vuelta de la elección presidencial, el 28 de mayo (el mismo día en que se celebrará la elección presidencial colombiana). Aunque la candidata conservadora Lourdes Flores, que le peleó voto a voto el segundo puesto en la primera vuelta, se resistía hasta ayer a aceptar la derrota, los números ya no dejan dudas: con el 99,33 por ciento del escrutinio, el ex presidente aprista le lleva una ventaja de 75.528 votos, prácticamente insuperable. Así lo han entendido figuras tan críticas de García como el escritor Mario Vargas Llosa, que ya le ofreció su apoyo.
Es predecible que, como Vargas Llosa, la mayoría de quienes respaldaban a Flores –los sectores conservadores, el empresariado y los defensores del libre mercado– se inclinen por García como el mal menor ante Humala, cuyo hirsuto nacionalismo les despierta profundos temores. El primer sondeo de favoritismo para la segunda vuelta ya le dio una ventaja de 54 a 46 sobre Humala.Esto significa que los peruanos escogerán entre dos versiones de populismo: la del militar que encabezó una rebelión contra Alberto Fujimori hace seis años, y sobre este episodio improvisó un partido que promete defender al país de los intereses extranjeros, y la del ex presidente que llegó al poder como heredero del legendario Víctor Raúl Haya de la Torre, el fundador del Apra, pero cuya mala gestión abrió la puerta, precisamente, a la etapa del fujimorismo.
Fuente: Editorial del diario El Tiempo de Bogotá
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