El presidente de EEUU, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, han asegurado, tras reunirse en la Casa Blanca, que permanecerán "firmes" junto a los iraquíes "a la hora de derrotar a los terroristas" y han descartado nuevamente fijar un calendario de retirada de sus tropas. En concreto, las de EEUU "permanecerán el tiempo necesario para llegar a la victoria".
En la rueda de prensa conjunta de casi una hora de duración que ofrecieron tras su encuentro, ambos mandatarios expresaron su respaldo al nuevo Gobierno de unidad nacional iraquí, liderado por Nuri al Maliki. Para Blair, que visitó este lunes el país árabe, la comunidad internacional tiene el "deber" de manifestar este mismo apoyo. En cuanto a las conjeturas sobre una posible retirada de soldados una vez que este Ejecutivo ha asumido el poder, Bush insistió en que la decisión corresponderá "a los mandos sobre el terreno", pero por el momento se mantendrán los niveles actuales de despliegue. Washington tiene 132.000 soldados en el país, por 8.000 de Londres. Según el primer ministro Maliki, las tropas iraquíes estarán en condiciones de hacerse cargo de la seguridad del país para finales de 2007, pero por el momento necesitan incrementar su equipamiento, formación y número de reclutas.
'Errores' del pasado
También aprovecharon su comparecencia conjunta para reconocer "errores" del pasado. El anfitrión del encuentro, en un tono personal, admitió que su primera equivocación fue emplear frases como "que me los traigan" —a los terroristas—, una expresión que en inglés tiene connotaciones despectivas y que "envió el mensaje equivocado a algunos". "He aprendido algunas lecciones sobre cómo expresarme, quizás, de manera un poco más elaborada. Ya saben, 'se buscan, vivos o muertos', esa manera de hablar, creo que en algunas partes del mundo se malinterpretó", explicó. El principal error, no obstante, fueron las torturas en la prisión de Abu Ghraib, una equivocación por la que EEUU ha estado "pagando mucho tiempo", manifestó.
Crisis de popularidad
"¿El mayor error? Abu Ghraib. Lo hemos estado pagando mucho tiempo" George W. Bush. Ambos dirigentes llegaron al encuentro lastrados por un fuerte desgaste de su popularidad, motivado en particular por la violencia en el país árabe. Tanto Bush como Blair necesitan de manera acuciante poder ofrecer resultados en Irak. Los últimos sondeos otorgan al primero una aceptación entre el 29% y el 36%, arrastrada entre otros factores por la violencia en el país árabe y la subida de la gasolina. La popularidad del segundo, según las encuestas británicas, es aún más baja, entre el 26% y el 28%. La posición de Blair se ha complicado aún más después de la contundente derrota del Partido Laborista en las elecciones municipales de principios de este mayo, y afronta crecientes llamamientos para que dimita en favor del ministro de Economía, Gordon Brown. Según apunta el analista Nile Gardiner, del centro de estudios conservador 'The Heritage Foundation', la reunión de este jueves en la Casa Blanca puede "marcar el comienzo del final de la extraordinaria alianza política entre Bush y Blair", que, de todos modos, "seguirá como una fuerza formidable en el terreno internacional hasta que Blair se marche".
Ambos dirigentes bromearon a este respecto tras su encuentro. Ante una pregunta de una periodista al inquilino del número 10 de Downing Street sobre su permanencia en el poder, Bush se anticipó y aseguró que le gustaría que su aliado permaneciera en el poder "al menos durante el resto" de su presidencia, que concluye en 2009. "¡No deje de contar ya con él!", exclamó el líder estadounidense a la reportera.
Crisis nuclear con Irán
En lo relativo a Irán, Bush y Blair tuvieron la oportunidad de evaluar los resultados de la última reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU —EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia— con Alemania para presentar un conjunto de incentivos que persuada a Teherán para renunciar a su programa nuclear. Washington y Londres son partidarios de imponer un régimen de sanciones a Teherán, al que se resisten Rusia y China. Durante la rueda de prensa, el mandatario estadounidense anunció que hablará de incentivos con el régimen de los ayatolás de si "renuncia a su programa para enriquecer uranio". El Departamento de Estado de EEUU indicó que probablemente se celebre una reunión ministerial de 'los cinco' más Alemania la próxima semana en Europa sobre la oferta a Irán. Tras la rueda de prensa conjunta y la posterior cena, los dos aliados volverán a reunirse hoy, después de que el líder laborista pronuncie un discurso en la Universidad de Georgetown sobre "los desafíos internacionales del siglo XXI".
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