Con una enorme ventaja en las encuestas, ni los escándalos de corrupción de su gobierno parecen haber afectado sus chances para las presidenciales de octubre. Con el contagioso ritmo de batucada de un grupo de música bahiana, el Partido de los Trabajadores (PT) consagró el sábado al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como su candidato a la reelección para un nuevo periodo de gobierno. Ante unos 4.000 militantes y dirigentes políticos del PT y de otras agrupaciones que darán apoyo a la nueva postulación del jefe del Estado, la dirección partidaria oficializó la fórmula Lula da Silva-José Alencar para los comicios generales que el país más poblado de América Latina celebrará el 1 de octubre. "Con a força do povo, Lula de novo" (Con la fuerza del pueblo, Lula de nuevo) fue el grito lanzado por el PT en la convención que tuvo lugar en un coqueto club de tenis de la capital brasileña frente al verde del lago Paranoá. La fiesta sirvió para que el PT confirmara nuevamente a Lula como su candidato, el único que ha tenido en sus 25 años de historia el partido izquierdista, que moderó al llegar al poder en el 2003 sus posturas socialistas del pasado. En un discurso ante la militancia del PT Lula confirmó que buscará ser reelecto. "Decidí someter mi nombre y mi gobierno, humildemente, al juicio de mis hermanos brasileños. Soy una vez más candidato a presidente de la república", dijo Lula, quien aseguró que no buscará ser reelecto por ambición sino porque "el proyecto de cambio tiene que continuar".
Limpio de dudas
El presidente se ha matenido al margen de los escándalos de corrupción y goza de apoyo popular.Lula indicó que su campaña por la reelección se basará en la defensa de los logros del primer periodo, en los que el gobierno encabezado por el ex sindicalista de izquierda estabilizó la economía y obtuvo el respeto de los mercados financieros, que en el 2002 temían un gobierno del PT. "Brasil está mejor hoy de lo que lo encontré tres años atrás", dijo Lula. Con la consagración de la candidatura presidencial de Lula, la quinta que el ex tornero mecánico presentará desde que en 1989 fue derrotado por Fernando Collor de Mello, el mandatario parte como gran favorito hacia la carrera electoral. Es que todas las encuestas de intención de voto auguran a Lula un amplio triunfo en las elecciones de octubre, en las que incluso podría obtener su mandato en la primera vuelta electoral. Su más cercano contendor, el socialdemócrata y exgobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmim, quien ha lanzado duras críticas contra el presidente, no logra repuntar en las encuestas. Lula disfruta de altos índices de popularidad a pesar de que la economía brasileña crece a un ritmo lento y que escándalos por corrupción alejaron de su gobierno a algunos de los que fueron sus principales colaboradores. Ninguna denuncia sin embargo alcanzó personalmente al presidente de Brasil, el primer obrero que gobierna el país aún marcado por la pobreza, la exclusión y elevados índices de violencia urbana.
Aún así, la masiva distribución de subsidios en los sectores más pobres de la población podrían garantizarle a Lula el éxito en las elecciones de octubre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario