La salida de México del Mundial de Fútbol de Alemania pondrá los reflectores en la recta final de la campaña para las elecciones presidenciales del 2 de julio, hasta ahora opacada por los partidos de la selección nacional. Argentina derrotó el sábado a México por 2-1 en un extenso y ajustado encuentro en Leipzig, que fue seguido por millones de mexicanos por todo el país, muchos de los cuales reconocen que habían puesto más atención en el fútbol que en la política. "Ya la selección queda en un segundo término ahora", dijo Juan Cruz, un comerciante de 45 años de edad, quien pese a la derrota se mostró orgulloso por el último juego de México, el mejor en su paso por Alemania. "Hasta ahora el Mundial era lo primero, pero el 2 de julio es el cambio para todos nosotros como mexicanos", agregó Cruz, una de las 20,000 personas que llegaron hasta el Zócalo, la principal plaza pública de México para ver el partido en una pantalla gigante instalada por el gobierno capitalino. Los candidatos están en una maratónica carrera de cierres de campaña en la capital y los estados, ya que el miércoles termina el plazo legal para realizar propaganda. Más de 70 millones de mexicanos están habilitados para votar, aunque muchos aún no deciden por quién lo harán. Las últimas encuestas, conocidas el viernes, mostraron una ligera ventaja para el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador sobre el oficialista Felipe Calderón, aunque los analistas creen que pueden estar en un empate técnico. En una tercera posición figura Roberto Madrazo, el postulante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la
agrupación que gobernó México por siete décadas hasta el triunfo del mandatario Vicente Fox, del derechista Partido Acción Nacional (PAN). "Este torneo de fútbol ha distraído a medio país de la tarea más importante de escoger entre la izquierda, la derecha y el viejo México el 2 de julio", dijo Marco Riquelme, un vendedor de periódicos de 66 años. "Ganar el Mundial no es crucial para el país, elegir quién gobierna lo es", agregó Riquelme desde su puesto de periódicos.
agrupación que gobernó México por siete décadas hasta el triunfo del mandatario Vicente Fox, del derechista Partido Acción Nacional (PAN). "Este torneo de fútbol ha distraído a medio país de la tarea más importante de escoger entre la izquierda, la derecha y el viejo México el 2 de julio", dijo Marco Riquelme, un vendedor de periódicos de 66 años. "Ganar el Mundial no es crucial para el país, elegir quién gobierna lo es", agregó Riquelme desde su puesto de periódicos.
DEL FUTBOL A LA POLITICA
López Obrador, ex alcalde de la capital mexicana y militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha prometido enfocarse en la mitad del país que vive en la pobreza, con ambiciosos programas sociales y de infraestructura. Sus adversarios le han llamado populista. Calderón, el principal rival de López Obrador según las encuestas, ha sido un fiel seguidor de la selección de fútbol que se ha definido como el candidato "del empleo". Madrazo se ha centrado en asegurar una estabilidad económica "sin demagogia". "Me parece ya que el tema electoral difícilmente va a cambiar. Quien ya tomó su decisión, ya lo hizo", dijo Marcela Bobadilla, analista de la consultora Diseño Estratégico y Análisis Prospectivo. "A lo mejor con el juego contra Argentina, donde México ni jugó tan mal, nos quedamos con ese consuelo y la gente pueda ir con un poco más de optimismo a las urnas", agregó. Hasta el momento, los mercados financieros mexicanos han mostrado una volatilidad más relacionada con la salida de inversionistas de los mercados emergentes por la expectativa de un alza en las tasas de interés en Estados Unidos, que con el resultado de las elecciones. Esta semana, el gobierno anunció el pago anticipado de 7.000 millones de dólares en deuda externa con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como parte de la estrategia de los últimos años reducir la vulnerabilidad financiera. "En verdad todos estábamos metidos con el Mundial, pero después de que ya México no va a participar en él, creo que la gente va a estar muy metida en lo que digan los políticos", reconoció Antonio Hernández, un vendedor de frutas de 25 años.
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