domingo, julio 30, 2006

Reunión de urgencia de la ONU tras matar Israel a 54 personas en el Líbano

El Consejo de seguridad de Naciones Unidas se ha reunido de urgencia este domingo para tratar el conflicto entre Israel y el Líbano. El encuentro se ha producido a petición del secretario general de la organización, Kofi Annan. La reunión , que ha comenzado a las 11.00 hora local (16.00 hora peninsular), se produce horas después de que un bombardeo israelí contra un edificio en la localidad de Qana, en el sur del Líbano, dejara decenas de muertos, la mayoría de ellos niños. El edificio, de tres plantas y donde se encontraban unas 100 personas, fue alcanzado por misiles lanzados esta madrugada por cazabombarderos israelíes. La Policía libanesa cifra los muertos en 54, entre los que hay 37 niños



Trabajadores de los servicios de rescate recuperan el cuerpo de una niña libanesa, al menos una veintena de niños han muerto. (Foto: EFE)
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Se trata del ataque israelí más sangriento desde el comienzo de la crisis, algo que también ha tenido sus consecuencias en Tel Aviv. La portavoz del Gobierno israelí, Miri Eisin, ha declarado que su país "lamenta profundamente y está muy entristecido por este ataque que ha costado la vida a inocentes en el Líbano". "Israel asume totalmente su responsabilidad y abrirá una investigación para averiguar cómo se produjo", añadió Eisin. Previamente, un portavoz del Ejército israelí, el capitán Jacob Dallal, aseguró que "se había pedido a los habitantes de esa región que la abandonaran hace días porque desde allí Hizbulá estaba lanzando cohetes a Nahariya y Galilea [en Israel], así que la responsabilidad de este ataque es de Hizbulá". El primer ministro israelí, Ehud Olmert, también afirmó que Qana era un refugio de combatientes de Hizbulá.

Las radios y televisiones libanesas hablan de una "nueva masacre en Qana", localidad donde Jesucristo, según la tradición cristiana, hizo el primer milagro, y que alcanzó fama en 1996 cuando más 110 civiles perdieron la vida en un bombardeo israelí. El ataque ha supuesto un revés para los esfuerzos diplomáticos que se desarrollan para alcanzar una solución del conflicto. El primer ministro libanés, Fuad Siniora, ha afirmado que su Gobierno "sólo aceptará un alto el fuego sin condiciones", mientras que la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, de visita en Israel, ha cancelado el viaje a Beirut previsto para las próximas horas. La matanza se ha producido horas después de que un ataque aéreo israelí bloqueara el principal paso fronterizo entre el Líbano y Siria, por primera vez desde el comienzo de la crisis entre Israel y Hizbulá, según confirmaron fuentes de seguridad. Además, la Fuerza Aérea israelí atacó en la pasada madrugada más de 40 objetivos relacionados con la milicia islámica de Hizbulá en el Líbano, entre ellos plataformas para el lanzamiento de cohetes y depósitos de armas, informaron fuentes castrenses. Los milicianos libaneses, que dispararon ayer más de 100 cohetes 'katiusha' contra el norte de Israel y causaron unos treinta heridos civiles, reanudaron sus ataques contra las ciudades de Kiriat Shmona, Tiberiades y el pueblo de Hatzor, aunque sin consecuencias pues cayeron en terrenos abiertos, según la policía. Por primera vez la población en la ciudad israelí de Migdal HaEmek, y en el 'kibutz' de Bet Hashita, en el centro del país, se han escuchado las sirenas de alarma, igual que en Afula y Nazaret.

Al entrar en su decimonoveno día la crisis, desencadenada el pasado día 12 por milicianos integristas de Hizbulá que mataron en territorio de Israel a ocho soldados y secuestraron a otros dos aún cautivos, murieron 33 soldados y 19 civiles en este país. Otras 404 personas resultaron heridas o lesionadas por los cohetes. Al otro lado de la frontera, al menos 750 libaneses han muerto, la mayor parte de ellos civiles, según cifras del Ministerio de Sanidad. Fuentes militares israelíes dicen que también murieron 200 milicianos de Hizbulá, en su mayoría de fuerzas de elite que operaban en el sur del Líbano, entre ellos 40 jefes y dirigentes. El secretario general de Hizbulá, Hasan Nasrala, había advertido antes de la matanza de Qana que si Israel sigue con su ofensiva, sus milicianos dispararán sus cohetes contra localidades del centro de Israel, aparentemente con misiles tierra-tierra de Siria y de Irán. Según fuentes libanesas cercanas a Hizbulá, Nasrala está interesado en un alto el fuego y con la presencia de una fuerza multinacional toda vez que parte de sus efectivos -unos 20.000 según fuentes israelíes- sean destacados también en el norte de Israel.

Fuente: Artículo del diario El Mundo de España

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