El Jefe de Estado y el vicepresidente Álvaro García, quien también participó en el evento, denunciaron un supuesto interés de Poder Democrático y Social (Podemos), así como de los sectores empresariales, de evitar el avance del proceso con el argumento de que se apruebe el nuevo texto constitucional, en grande y detalle, por dos tercios de votos. “Los que dicen todo por dos tercios, en el fondo no quieren Constituyente”, acusó García. “La tarea de ellos es que fracase la Asamblea”, complementó Morales.
Para evitar que se cumpla este supuesto propósito, el Presidente anunció que su partido acordó una forma de votación mixta para la toma de decisiones, que consiste en que “habrá dos tercios para que los constituyentes al final sancionen (la nueva Carta Magna). Pero la aprobación en comisiones, subcomisiones o artículo por artículo es por mayoría absoluta”, afirmó el mandatario Morales.
En esta línea de agilizar el trabajo de los asambleístas, Morales Ayma instruyó a los representantes del MAS a que “la próxima semana, hasta media semana, debe aprobarse el reglamento por mayoría absoluta”. También en esta semana, anunció el Jefe de Estado, empezará el trabajo de una comisión jurídica que redactará la nueva Constitución Política del Estado que propondrá el MAS. Tanto Linera como Morales aseveraron que las decisiones que toma el MAS no son imposiciones, sino que se tomará en cuenta las sugerencias y opiniones de las minorías. “Lo que va a haber es inclusión, respeto a las minorías”, aseveró García, quien no obstante resaltó que no habrá “dictadura de unas cuantas personas contra la mayoría”.
Morales fue más duro en sus declaraciones e indicó que si bien están abiertos a las negociaciones, “con esos enemigos de hace 500 años, con esos ladrones, con esos terratenientes, con esos privatizadores, creo que jamás va a haber consenso (...) ellos están velando intereses de pocas familias, quieren seguir robando, quieren seguir privatizando”.
La presidenta de la Asamblea Constituyente, Silvia Lazarte, también mostró su reticencia a avanzar en los acuerdos al asegurar que “esa palabra consenso ya no me está gustando”, pues denunció que con tal argumento los asambleístas de otras fuerzas buscan imponer sus criterios.
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