Cuando se cumplen ocho meses de gestión del gobierno de Evo Morales, la confrontación entre el oficialismo y los sectores disidentes llegó al punto de destapar denuncias sobre presuntos afanes de enfrentamiento que estarían siendo alentados desde ambas partes, incluso apelando a la conformación de grupos armados. Un día después que el vicepresidente álvaro García Linera sugiriera a los indígenas apelar a las armas para defender al gobierno de Evo Morales y un diputado masista anunciara el envío a Santa Cruz de un grupo de pobladores de Omasuyos ´para derrocar a la oligarquía cruceña´, la ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, denunció que la Prefectura de Pando se encuentra adiestrando a un centenar de paramilitares. ´Tengo pruebas; fotografías y filmaciones, en este momento ex policías delincuentes que fueron dados de baja están entrenando 100 paramilitares en el departamento de Pando´, aseveró.
El prefecto aludido, Leopoldo Fernández, rechazó la acusación y desafió a la ministra a dejar de acusar y presentar las pruebas de su denuncia, si las tiene. ´Lo otro es irresponsabilidad´, precisó. Para los opositores, las arengas del Vicepresidente, que se suman a la organización oficialista del último bloqueo a Santa Cruz —según el ex dirigente de los colonizadores, Primitivo Montaño—, tienen el único objetivo de tomar por la fuerza el poder total del país, eliminando cualquier posibilidad de disidencia. ´La lucha que está convocando tiene el objetivo de tomar el poder total en Bolivia. En resumen, el Vicepresidente llamó a la violencia entre bolivianos con el fin de garantizar que el MAS pueda imponer sus decisiones, sin necesidad de dialogar ni hacer consensos con nadie´, señaló el senador de Podemos óscar Ortiz. Según publicó el periódico cruceño El Deber, García Linera no sólo convocó a tomar las armas en Omasuyos, sino que luego se trasladó a Yapacaní, donde después de felicitar a los protagonistas del cerco a Santa Cruz, anunció que cada acción que tome Morales ´debe venir acompañada de una movilización´. El Vicepresidente incluso habría revelado un plan de movilizaciones sociales, la primera por la revolución agraria a principios de octubre, la segunda el 31 de octubre cuando las petroleras deban firmar nuevos contratos y, después, a fin de año con la nueva repartición de la tierra. El viceministro de Trabajo, Miguel Albarracín, aseguró que esta información fue distorsionada, aunque admitió que García Linera habló sobre la necesidad de que la población se movilice. Linera se disculpó ayer por las declaraciones que hizo en Omasuyos, aunque después en Santa Cruz, según reportó la red Unitel, volvió a convocar a los sectores sociales a movilizarse en defensa de los cambios que impulsa el Gobierno, aunque esta vez habló de machetes y no de armas de fuego. Paralelamente, en Santa Cruz, apareció publicada una nueva solicitada de la Nación Camba en la que se anuncia la resistencia al avasallamiento del Gobierno.
Fuente: Diario La Razón de Bolivia
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