Un clima de incertidumbre invadió las últimas horas de la campaña electoral brasileña y la victoria de Luiz Inacio Lula da Silva en primera vuelta ya dejó de ser una apuesta segura. Mientras los efectos negativos para Lula por su ausencia en el debate de anteayer continuaban repercutiendo en los medios, surgió ayer inesperadamente la foto del dinero pago por un miembro del Partido de los Trabajadores para comprar un dossier contra la oposición.
El caso había explotado hace dos semanas, pero las fotos del dinero secuestrado venían siendo guardadas como secreto de Estado, por su potencial impacto político. La aparición de las fotos que muestran cinematográficamente una mesa con 250.000 dólares y 1,16 millón de reales causó fuerte conmoción en la campaña oficialista.
Las últimas encuestas, que serán difundidas hoy, mostrarán el efecto de la divulgación de la foto, así como las consecuencias de los ataques sufridos por Lula en el debate y las críticas hechas por la TV Globo y el diario O Globo a la ausencia del presidente. "Yo diría que vamos a tener un escrutinio electoral de grandes emociones", bromeó ante LA NACION Marcos Coimbra, presidente del Instituto Vox Populi, que hoy difundirá una de las encuestas. "Mi apuesta es que es imposible apostar con seguridad si Lula gana en primera vuelta, porque todo indica que la distancia que venía achicándose entre el presidente y la oposición puede haberse achicado aún más con los últimos episodios", añadió.
Anteayer, Lula fue atacado sin tregua durante dos horas de debate: fue calificado de corrupto y cobarde por sus adversarios. "Lula falta al debate y se convierte en blanco de candidatos en la TV", remató en su tapa el diario O Globo ayer. "Estoy seguro de que mi decisión fue la correcta. El pueblo escuchó y vio el nivel de debate que mis adversarios querían hacer", justificó Lula ayer.
Efecto Roseana
Según Coimbra, los datos preliminares de la encuesta que difundirá hoy muestran que hasta ayer a la tarde la distancia entre Lula y la suma de todos los opositores era de aproximadamente 4%. Para vencer en primera vuelta, Lula tiene que tener la mitad más un voto de diferencia con la suma de los opositores. "Ese margen es muy chico como para tener seguridad de cuál puede ser el resultado. No hay que olvidarse de que la abstención llega generalmente al 20%, y que en las regiones que actualmente son más «lulistas» es donde suele haber más abstención", dijo Coimbra. En marzo de 2002, la entonces precandidata a la presidencia Roseana Sarney avanzaba rápidamente en las encuestas hasta que fue publicada en los medios la foto de la montaña de dinero descubierta en su oficina para el pago de gastos de campaña. Era dinero no declarado a la justicia electoral, y el impacto de la foto del dinero hizo que su popularidad se derrumbara hasta que decidió no postularse.
Por eso, la Policía Federal estaba guardando las fotos como un tesoro, consciente del peso político que podrían tener. Ayer, sin embargo, una persona que fue identificada por medios brasileños como agente de la Policía Federal le entregó a la prensa un CD con las fotos del dinero intercambiado por un miembro de la campaña del Partido de los Trabajadores en San Pablo y un empresario participante de la "mafia de las ambulancias", un esquema para cometer fraudes contra el Estado. A cambio del dinero, el dirigente del PT iba a recibir un dossier con supuestas pruebas contra el candidato opositor socialdemócrata José Serra al gobierno de San Pablo, pero las pruebas eran obviedades sin valor.
Desesperación
El equipo de campaña de Lula no se tomó el trabajo ni de disimular la desesperación que cundió con la difusión de las fotos. El presidente del Partido de los Trabajadores, Ricardo Berzoini, realizó inmediatamente un pedido al Tribunal Superior Electoral para que ordenara que todas las fotos fueran retiradas de los medios on line y que no fueran publicadas hoy en los medios escritos. Marco Aurelio García, coordinador de la campaña de Lula, dijo que tiene información de que la difusión de las fotos fue pagada. La trama daría para una película: alguien habría pagado por la foto del dinero usado para comprar el dossier contra los socialdemócratas.
La oposición venía cuestionando al Ministerio de Justicia por el hecho de que en este caso la Policía Federal se había reservado el derecho de no mostrar las fotos. Según García, la difusión de las fotos puede ser comparada a una maniobra de 1989, cuando en vísperas de las elecciones la policía desbarató el secuestro de un empresario y al mostrar a los secuestradores -que pertenecían a células de ultraizquierda de diferentes países de América latina; entre ellos, argentinos y chilenos- les pusieron a algunos de ellos camisetas del PT. "No vamos a permitir que se repita una situación semejante a la de la elección de 1989, cuando trataron de identificar a secuestradores con el PT y con la candidatura de Lula", se quejó, indignado, García. En aquel momento, la elección terminó siendo ganada por Fernando Collor de Mello.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
El caso había explotado hace dos semanas, pero las fotos del dinero secuestrado venían siendo guardadas como secreto de Estado, por su potencial impacto político. La aparición de las fotos que muestran cinematográficamente una mesa con 250.000 dólares y 1,16 millón de reales causó fuerte conmoción en la campaña oficialista.
Las últimas encuestas, que serán difundidas hoy, mostrarán el efecto de la divulgación de la foto, así como las consecuencias de los ataques sufridos por Lula en el debate y las críticas hechas por la TV Globo y el diario O Globo a la ausencia del presidente. "Yo diría que vamos a tener un escrutinio electoral de grandes emociones", bromeó ante LA NACION Marcos Coimbra, presidente del Instituto Vox Populi, que hoy difundirá una de las encuestas. "Mi apuesta es que es imposible apostar con seguridad si Lula gana en primera vuelta, porque todo indica que la distancia que venía achicándose entre el presidente y la oposición puede haberse achicado aún más con los últimos episodios", añadió.
Anteayer, Lula fue atacado sin tregua durante dos horas de debate: fue calificado de corrupto y cobarde por sus adversarios. "Lula falta al debate y se convierte en blanco de candidatos en la TV", remató en su tapa el diario O Globo ayer. "Estoy seguro de que mi decisión fue la correcta. El pueblo escuchó y vio el nivel de debate que mis adversarios querían hacer", justificó Lula ayer.
Efecto Roseana
Según Coimbra, los datos preliminares de la encuesta que difundirá hoy muestran que hasta ayer a la tarde la distancia entre Lula y la suma de todos los opositores era de aproximadamente 4%. Para vencer en primera vuelta, Lula tiene que tener la mitad más un voto de diferencia con la suma de los opositores. "Ese margen es muy chico como para tener seguridad de cuál puede ser el resultado. No hay que olvidarse de que la abstención llega generalmente al 20%, y que en las regiones que actualmente son más «lulistas» es donde suele haber más abstención", dijo Coimbra. En marzo de 2002, la entonces precandidata a la presidencia Roseana Sarney avanzaba rápidamente en las encuestas hasta que fue publicada en los medios la foto de la montaña de dinero descubierta en su oficina para el pago de gastos de campaña. Era dinero no declarado a la justicia electoral, y el impacto de la foto del dinero hizo que su popularidad se derrumbara hasta que decidió no postularse.
Por eso, la Policía Federal estaba guardando las fotos como un tesoro, consciente del peso político que podrían tener. Ayer, sin embargo, una persona que fue identificada por medios brasileños como agente de la Policía Federal le entregó a la prensa un CD con las fotos del dinero intercambiado por un miembro de la campaña del Partido de los Trabajadores en San Pablo y un empresario participante de la "mafia de las ambulancias", un esquema para cometer fraudes contra el Estado. A cambio del dinero, el dirigente del PT iba a recibir un dossier con supuestas pruebas contra el candidato opositor socialdemócrata José Serra al gobierno de San Pablo, pero las pruebas eran obviedades sin valor.
Desesperación
El equipo de campaña de Lula no se tomó el trabajo ni de disimular la desesperación que cundió con la difusión de las fotos. El presidente del Partido de los Trabajadores, Ricardo Berzoini, realizó inmediatamente un pedido al Tribunal Superior Electoral para que ordenara que todas las fotos fueran retiradas de los medios on line y que no fueran publicadas hoy en los medios escritos. Marco Aurelio García, coordinador de la campaña de Lula, dijo que tiene información de que la difusión de las fotos fue pagada. La trama daría para una película: alguien habría pagado por la foto del dinero usado para comprar el dossier contra los socialdemócratas.
La oposición venía cuestionando al Ministerio de Justicia por el hecho de que en este caso la Policía Federal se había reservado el derecho de no mostrar las fotos. Según García, la difusión de las fotos puede ser comparada a una maniobra de 1989, cuando en vísperas de las elecciones la policía desbarató el secuestro de un empresario y al mostrar a los secuestradores -que pertenecían a células de ultraizquierda de diferentes países de América latina; entre ellos, argentinos y chilenos- les pusieron a algunos de ellos camisetas del PT. "No vamos a permitir que se repita una situación semejante a la de la elección de 1989, cuando trataron de identificar a secuestradores con el PT y con la candidatura de Lula", se quejó, indignado, García. En aquel momento, la elección terminó siendo ganada por Fernando Collor de Mello.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
No hay comentarios.:
Publicar un comentario