Renuncia el jefe del Estado Mayor israelí tras su fracaso en la guerra de Líbano

El Jefe del Estado Mayor israelí, el general Dan Halutz, ha dimitido hoy por su fracaso en la guerra de Líbano, según informó el Ministerio de Defensa. En este sentido, Halutz ha presentado su carta de dimisión tanto al primer ministro, Ehud Olmert, como al ministro de Defensa, Amir Peretz.

La dimisión ha sido bien recibida por los oficiales del ejército israelí que han reconocido que "ya era hora" de que esta renuncia se produjese. El jefe del staff, Moshe Kaplinsky, actuará como jefe interino de las fuerzas armadas hasta que se produzca un nuevo nombramiento. El primer ministro Ehud Olmert ha lamentado la dimisión, según publica hoy el diario israelí Haaretz. Hace dos semanas, Halutz dijo que dimitiría si el comité Winograd lo consideraba responsable de haber gestionado mal la segunda guerra de Líbano. "Si el comité considera que me he equivocado, esto me obligaría a dimitir" dijo Halutz antes de que el comité hiciera públicas sus conclusiones. La dimisión, de todos modos, se ha producido antes de conocer la resolución del comité. La radio del Ejército ha relatado que Halutz asume en la carta su responsabilidad por las consecuencias de la guerra. "Para mí el concepto de responsabilidad es todo", reconoce.

Halutz ha estado trabajando bajo presión desde el final de la guerra de 33 días entre Israel y Líbano. Israel comenzó un ataque a gran escala sobre las guerrillas libanesas de Hezbolá después de que éstas capturaran a dos soldados y mataran otros tres en una emboscada cerca de la frontera el pasado 12 de julio, pero la operación falló en sus principales propósitos: derrotar a Hezbolá y conseguir que los soldados volvieran a Israel. Un portavoz militar dijo el pasado miércoles que Halutz había confesado a Olmert y al ministro de defensa, Amir Pertz, que el dimitiría para que las investigaciones siguieran su curso normal. Oficiales del ejército israelí habían testificado antes de que el comité considerara a Halutz responsable de los errores cometidos durante los ataques. Confesaron a sus miembros que "creían que el ejército no había preparado bien a sus unidades como era necesario y que los objetivos de la guerra no eran claros".

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