Durante la semana que finalizó el 26 de enero las reservas de destilados de Estados Unidos se redujeron en 2,6 millones, hasta 140 millones. Se trata del primer recorte registrado en siete semanas. El crudo ha reaccionado a este descenso con subidas que le empujan por encima de los 57 dólares el barril al otro lado del Atlántico.
Según los datos facilitados por el Departamento de Energía, en ese mismo periodo los inventarios de petróleo aumentaron en 2,7 millones de barriles, hasta los 324,9 millones. La cifra está muy por encima de las previsiones de los analistas que esperaban una mejora de 1,1 millones. Los de gasolina crecieron en 3,8 millones de unidades, hasta 224,6 millones y baten también las expectativas del mercado. A pesar de estos aumentos, nada más publicarse estas cifras el oro negro se ha vuelto a subir al carro de las ganancias y en EEUU el barril de West Texas Intermediate (WTI) se revaloriza 0,53 dólares, hasta 57,5 dólares, mientras que en Europa el Brent avanza 0,36 dólares, y se queda a las puertas de la barrera rebasada por su homólogo estadounidense con 56,69 dólares. Joseph Arsenio de Capital Management se explica esta reacción al alza del petróleo en los recortes registrados por los destilados. "el declive en los destilados no reflejó un mayor consumo y el clima frío, debido al elevado abastecimiento que tuvo lugar antes de la Navidad". "Si persiste el clima frío en las próximas semanas, el mercado necesitará reabastecer sus inventarios", agregó.Las previsiones facilitadas por la agencia meteorológica privada Meteorlogix apuntan a que las temperaturas promediarán entre debajo y muy por debajo de lo habitual la próxima semana en el noreste de EEUU. Precisamente la ola de frío que sacude la región ha provocado que los destilados caigan por primera vez.
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