Masivo despilfarro de fondos para Irak

Decenas de millones de dólares estadounidenses han sido despilfarrados en los esfuerzos de reconstrucción en Irak, incluyendo una piscina olímpica ordenada por las autoridades iraquíes para una academia policial que todavía no funciona, dijeron los investigadores. La auditoría trimestral de Stuart Bowen, el inspector general especial para la reconstrucción iraquí, es el capítulo más reciente en un panorama sombrío de despilfarro, fraude y frustración que ha costado a los contribuyentes más de $300,000 millones y ha dejado a la región en el umbral de una guerra civil. ''La situación de la seguridad en Irak sigue deteriorándose, obstaculiza el progreso en todos los sectores de la reconstrucción y amenaza el esfuerzo general de reconstrucción'', según el informe de 579 páginas difundido ayer.

Tras calificar la violencia sectaria en Irak como el principal desafío, Bowen indicó que los miles de millones de dólares que se han gastado para afianzar la seguridad han tenido un efecto limitado. Dijo que el manejo de la reconstrucción dependerá ahora de los mismos iraquíes, que no considera capacitados para hacerlo. La auditoría ocurre en momentos en que el presidente George W. Bush presiona al Congreso para que apruebe otros $1,200 millones en ayuda para la reconstrucción, como parte de su plan para estabilizar Irak despachando 21,500 soldados a Bagdad y la provincia de Anbar.

Los demócratas en el Congreso se han mostrado escépticos. El senador Jim Webb sugirió que Estados Unidos está gastando demasiado en la reconstrucción de Irak en detrimento de la reconstrucción de Nueva Orleans devastada por el huracán Katrina. Por su parte, el representante Henry Waxman planea efectuar audiencias la semana próxima para debatir las acusaciones de despilfarro y fraude en Irak. Según el informe, el Departamento de Estado pagó $43.8 millones al contratista DynCorp International para un campamento de entrenamiento policial frente al Palacio Adnan, de Bagdad, que está vacío desde hace meses. Unos $4.2 millones de esa suma se gastaron impropiamente en 20 remolques exclusivos y una piscina olímpica, ordenados por el Ministerio del Interior iraquí pero no autorizados por EEUU.