jueves, noviembre 15, 2007

ARGENTINA: Las designaciones quedaron en manos de tres personas

El nuevo gabinete conlleva en su conformación la impronta de una pareja que se muestra como un todo para gobernar. Hubo decisiones de Cristina y las hubo de Néstor Kirchner, aunque ayer fue el propio Presidente el que se encargó de remarcar que la pincelada final la había dado su esposa. "Obvio", contestó por cortesía, y de rigor, cuando se le preguntó en medio de un acto en la ex cárcel de Caseros si el nuevo equipo de gobierno había sido designado por la primera dama. Pero es una verdad a medias, según confiesan en lo más alto del poder. Los nombres se terminaron de plasmar anteayer, entrada la madrugada, en la quinta de Olivos. Fue un trabajo "extenuante", según contó una alta fuente, entre la presidenta electa y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Ambos se tomaron la tarde del lunes y la del martes, a solas, para terminar las designaciones. Incluyó tardes de té, cenas y sobremesas. Justamente en lo nuevo es donde estuvo la impronta de Cristina Kirchner. Ella le exigió a Alberto Fernández que quería reformar el Ministerio de Justicia. Su idea es instrumentar en el corto plazo una reforma jurídica que se efectivice en una mejora en la seguridad. Por eso el traspaso del área, dijeron voceros oficiales.
El jefe de Gabinete propuso entonces que fuera Aníbal Fernández el responsable. Cristina aceptó la idea. Su segunda prioridad fue el desdoblamiento de la cartera educativa. "Ahí es donde está la Cristina auténtica", repetían anoche en la Casa Rosada. La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva será el caballito de batalla de la próxima presidenta. Fue Daniel Filmus quien le presentó a Lino Barañao. "Hacía tiempo que sabía de los cambios", confesaban ayer quienes más conocen al senador electo. En rigor, la idea se tejió en Nueva York, en septiembre, cuando viajó la senadora con Kirchner para la asamblea de la ONU, contó a LA NACION un ministro. En una reunión con científicos en la sede del consulado argentino, Cristina Kirchner decidió los cambios. El ingreso a Salud de Graciela Ocaña y la designación de Martín Lousteau en Economía también fueron propios de la primera dama en sus debates con el jefe de Gabinete.
El sello de Kirchner
Un segundo batallón tiene el sello de Kirchner. Son los que se quedan, como Alberto Fernández, Julio De Vido, Carlos Zannini, Oscar Parrilli y Héctor Icazuriaga. "Esa es la visión melancólica del Kirchner que se va", reflexionaba anoche un funcionario. Son los hombres del Presidente. Pero, además, ayer evaluaban que existía una necesidad de "no romper esquemas" para defender la continuidad del ministro de Planificación, el más cuestionado por los casos de corrupción como Skanska o la valija con dólares de Guido Alejandro Antonini Wilson.

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