El presidente francés, Nicolas Sarkozy, al inaugurar una nueva etapa más cálida de relaciones con Estados Unidos, aseguró ayer al Congreso en Washington que ``nuestra amistad y nuestra alianza son firmes''. Sarkozy declaró a los legisladores que esas mejores relaciones deberían conducir a una cooperación mucho más estrecha en una serie de problemas internacionales que incluyen el programa nuclear iraní, la paz en el Medio Oriente y la estabilidad del Líbano. ''Con los amigos se pueden tener divergencias, se pueden tener desacuerdos, se pueden tener disputas. Pero en la dificultad, en las pruebas, se está con los amigos, se está a su lado, se les apoya, se les ayuda'', dijo el presidente francés en un discurso ante ambas cámaras del Congreso. Sarkozy vino a Washington para tratar de restablecer el tipo de lazos que existía entre París y Washington antes de que afloraran fuertes divergencias por la invasión de Irak. Y reiteró su mensaje de cooperación bilateral.
Por medio de un intérprete, destacó ante los legisladores la larga amistad de Francia con Estados Unidos. En esta visita sus palabras --como también su actitud-- contrastaron visiblemente con el estilo de su predecesor, Jacques Chirac, que chocó públicamente con George W. Bush respecto de Irak. El sentir fue mutuo. Sarkozy entró en el recinto de la Cámara de Representantes, donde fue recibido con una ovación. El presidente francés manifestó gratitud por el papel de Estados Unidos en la liberación de Francia de la ocupación nazi en la II Guerra Mundial. ''Quiero decirles que cada vez que cae un soldado estadounidense en algún sitio del mundo, pienso lo que el Ejército estadounidense hizo por Francia'', afirmó. ``Pienso en ellos y me entristece, al igual que uno está triste cuando pierde un miembro de su propia familia''. Su discurso fue interrumpido por aplausos varias veces. El mensaje resaltó las mejores relaciones entre ambos países. En 1996, muchos legisladores estadounidenses boicotearon una presentación de Chirac para protestar contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico Sur.
Sarkozy, un conservador de 52 años, no ha perdido tiempo en sus esfuerzos por modernizar Francia, en parte tratando de infundirle una ética laboral de estilo estadounidense. Como indicio de su posición, pasó sus vacaciones de verano en Estados Unidos, lo que causó una polémica en su país. Bush y Sarkozy cenaron en la Casa Blanca el martes y ayer se dirigieron a Mount Vernon, el hogar en Virginia de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos. Bush dijo que la búsqueda por Irán de obtener tecnología nuclear dominólas conversaciones de ambos.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
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