Invitado por la reina Isabel, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, inició hoy en Gran Bretaña una visita de Estado de dos días en la que espera inaugurar una "nueva fraternidad franco-británica". Acompañado por su esposa, Carla Bruni, que vestía un elegante conjunto gris con una boina del mismo tono, Sarkozy fue recibido en el aeropuerto de Heathrow por el Príncipe de Galés y su esposa Camilla, desde donde partió rumbo al castillo de Windsor, donde permanecerá alojado. La pareja presidencial francesa fue recibida en esa pequeña localidad inglesa por Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo. Carla Bruni hizo una pequeña reverencia a la reina, que vestía un conjunto de tonos claros, acompañado de un sombrero con plumas.
El jefe de Estado francés y la soberana partieron luego en una carroza dorada al majestuoso castillo de Windsor. Posteriormente la reina ofreció un banquete en el que estuvieron invitados líderes políticos, entre ellos el primer ministro británico, Gordon Brown, y figuras del mundo de las artes y los negocios.
La agenda señala que esta tarde Sarkozy tomará la palabra ante las Cámara de los Comunes y de los Lores, reunidas en el Parlamento británico, en Wesminster. Esta breve visita será la ocasión para que el jefe de Estado francés, cuya popularidad cayó fuertemente por su estilo de gobierno, intente mejorar su imagen.
En tanto, mañana, Sarkozy y el primer ministro británico anunciarán una serie de iniciativas conjuntas, entre ellas medidas para combatir la inmigración ilegal y planes para cooperar en la crisis que vapulea los mercados mundiales.
Esta cumbre bilateral -que tendrá lugar primero en Downing Street y luego, escenario sin precedentes, en el estadio de los Emiratos, las instalaciones del club de fútbol Arsenal - estará dominada por la crisis financiera, una de cuyas últimas manifestaciones fue el colapso del banco de inversiones estadounidense Bear Stearns.
Para tratar de apaciguar a los volátiles mercados, los dirigentes políticos del Reino Unido y Francia reclamarán a los bancos una mayor transparencia informativa sobre las deudas en sus cuentas, según señaló un comunicado de Downing Street.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
El jefe de Estado francés y la soberana partieron luego en una carroza dorada al majestuoso castillo de Windsor. Posteriormente la reina ofreció un banquete en el que estuvieron invitados líderes políticos, entre ellos el primer ministro británico, Gordon Brown, y figuras del mundo de las artes y los negocios.
La agenda señala que esta tarde Sarkozy tomará la palabra ante las Cámara de los Comunes y de los Lores, reunidas en el Parlamento británico, en Wesminster. Esta breve visita será la ocasión para que el jefe de Estado francés, cuya popularidad cayó fuertemente por su estilo de gobierno, intente mejorar su imagen.
En tanto, mañana, Sarkozy y el primer ministro británico anunciarán una serie de iniciativas conjuntas, entre ellas medidas para combatir la inmigración ilegal y planes para cooperar en la crisis que vapulea los mercados mundiales.
Esta cumbre bilateral -que tendrá lugar primero en Downing Street y luego, escenario sin precedentes, en el estadio de los Emiratos, las instalaciones del club de fútbol Arsenal - estará dominada por la crisis financiera, una de cuyas últimas manifestaciones fue el colapso del banco de inversiones estadounidense Bear Stearns.
Para tratar de apaciguar a los volátiles mercados, los dirigentes políticos del Reino Unido y Francia reclamarán a los bancos una mayor transparencia informativa sobre las deudas en sus cuentas, según señaló un comunicado de Downing Street.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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