miércoles, marzo 26, 2008

ARGENTINA: ¿Un choque a todo o nada?

El Gobierno y los productores del campo decidieron tensar al máximo la soga. La apuesta es quién se quiebra primero. A ese punto crítico se ha llegado, con todas las consecuencias económicas y políticas que arrastra un conflicto de esta virulencia.

La dirigencia de las organizaciones rurales dice estar desbordada por los piquetes espontáneos de los productores. Se ha visto a encumbrados voceros de la Sociedad Rural y de la Federación Agraria, por ejemplo, hacer malabarismos para demostrar que tienen la situación bajo control, algo que ellos mismos saben que no es así. Este fenómeno, por la profundidad que han calado las decisiones oficiales sobre las retenciones, no reconoce antecedentes: el paro se extiende, quizá, como una medida preventiva para evitar una manifestación de debilidad, más allá del deseo y de la convicción de los dirigentes. Es indeterminado para poder englobar los cientos de piquetes que se han armado en las principales rutas del país, donde los productores quieren reclamar por lo que ahora tienen en el presente. No desean discutir el pasado. La reacción del campo, en casi todas sus manifestaciones, descalifica, sobre todo, la falta de una política consensuada con el sector.

El Gobierno reaccionó por medio de la Presidenta. No hubo ninguna escala intermedia. No se sabe quién aconsejó a Cristina, porque este Gobierno considera que la información es algo privado, o si ella decidió que era hora de salir al ruedo. Lo cierto es que ni el jefe de Gabinete ni el ministro de Economía, y mucho menos los responsables directos de la política del sector, eran considerados creíbles por los productores alzados contra las retenciones. Tuvo que salir Cristina Kirchner a responder por una situación cuya gravedad está a la vista, una reacción que además de no reconocer dirigentes no tiene, todavía, una conducción política que oriente la protesta y que no la convierta en una excusa política para arremeter contra la Casa Rosada.

¿Qué les dijo Cristina? Explicó didácticamente el punto de vista oficial y lo que el Gobierno le ha dado al campo, comenzando por un dólar competitivo. Su discurso fue intencionado, muy agudo y claro, dirigido a desmentir el carácter fiscal de las retenciones y reivindicar la redistribución del ingreso como objetivo de fondo de esta política. Y que esta puja distributiva no es algo simple ni armónico. E intentó plantear que aquí se está produciendo un choque entre los productores y el resto de la sociedad. Pudo haberse ahorrado chicanas inútiles que provocan irritación. No dejó, tampoco, ninguna puerta abierta, salvo un poco convincente llamado a la reflexión, como antesala de una ratificación enfática de su autoridad frente al desafío.

Los productores reunidos en cientos de asambleas en las rutas y la Presidenta, se han expresado sin intermediarios. Así planteada la cuestión, se ha mostrado otra vez la inexistencia de escalones jerárquicos capaces de negociar y de interlocutores aptos y reconocidos.

La situación contiene riesgos concretos que devienen de la índole del enfrentamiento y de cómo debe resolverse en una sociedad democrática. La inexistencia de mediadores institucionales propone un juego del todo o nada, muy peligroso.

Por: Ricardo Kirschbaum
Fuente: EDITOR GENERAL DE CLARIN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA