ARGENTINA: La irritante demora en el diálogo

Tras el extenso paro del campo contra las políticas oficiales de retenciones, los dirigentes de las entidades más representativas del sector no han ocultado su malestar por la demora en el diálogo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que iban a entablar. Uno de ellos, Pedro Apaolaza, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), especuló con la posibilidad de que el Gobierno estuviera "haciendo un ablande" y concluyó con un dejo de ironía: "La señora, en cuatro oportunidades, manifestó que las puertas de la Casa de Gobierno estaban abiertas, pero por ahí se olvidó de decir que las rejas que la rodean están cerradas".

Sin brindar certeza sobre el diálogo en sí, el Gobierno cumplió con uno de los reclamos de los pequeños productores: formalizó la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Rural por medio del decreto 571/08, publicado ayer en el Boletín Oficial. Su labor será "elaborar, coordinar y ejecutar políticas, planes y programas para el desarrollo rural, para atender a las necesidades específicas de los diversos actores, regiones y sectores agroproductivos".

En el ínterin, sin embargo, el Gobierno ha emprendido variadas e inexplicables agresiones contra la economía rural. La producción de ganado y carnes ha sido sometida a la paralización de sus exportaciones por medio de procedimientos aduaneros extemporáneos, basados sobre simples comunicados, sin respaldo formal de resoluciones administrativas, las cuales exigen la presentación de datos de difícil y lenta formulación. Se ha llegado inclusive a desembarcar contenedores de barcos de ultramar dispuestos a zarpar. Se reiteran de ese modo hechos ocurridos hace dos años, cuando por orden presidencial se prohibieron las exportaciones de tan vital producto por espacio de tres meses.

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