El diálogo antes del referéndum se complica cada vez más. Y es que todo, hasta la suerte y las líneas aéreas, se confabula contra el proceso de negociación, ya que la delegación de la Organización de Estados Americanos que tenía que llegar hoy no consiguió tomar el avión de Miami a La Paz y demoró la agenda un día. Si a eso se suma que la OEA se autoimpuso el plazo fatal del 1 de mayo para conseguir sentar al Gobierno y a los prefectos a una mesa, la ‘hazaña’ parece imposible. Encabezada por el ex canciller argentino Dante Caputo, la comitiva debía reunirse hoy a las 7:00 con el presidente, Evo Morales, y por la tarde se trasladaría a Santa Cruz a la espera de confirmar la hora de reunión con el prefecto cruceño, Rubén Costas. Todo eso ha quedado para el miércoles. Caputo, antes de salir de Washington, había expresado su preocupación porque Costas no le contestaba el teléfono, lo cual asumió como que no quería reunirse con él. Sin embargo, el prefecto se encuentra, desde el viernes pasado, cumpliendo actividades en las provincias cruceñas y llegará a la ciudad esta noche.
Preocupados por la percepción de Caputo, los funcionarios de la Prefectura de Santa Cruz se contactaron ayer con la OEA y a las 19:30 lograron hablar con el embajador de la OEA. El secretario general de la Prefectura, Roly Aguilera, explicó que la conversación fue amena, que se le explicó la apretada agenda de prefecto y que acordaron que Costas lo llamará hoy por la noche cuando regrese a Santa Cruz. Al prefecto le molestó el pedido del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que solicitó a los prefectos dar una fecha y hora para el diálogo, cuando el acuerdo con Caputo era que él debía recoger la agenda de ambos sectores y concertar el diálogo. Incluso se habla de un temario de cinco puntos, entre los que están el recorte del Impuesto Directo a los Hidrocarburos y la derogación del decreto de la prohibición de exportar aceite antes de ingresar a hablar sobre los estatutos y la nueva Constitución.
Ésta será la tercera vez que Caputo llega a Bolivia en menos de un mes para tratar de encontrar los caminos que acerquen al oficialismo y la oposición. El pasado 14 de abril estuvo en Tarija para reunirse con los prefectos. Al salir, aseguró que se había acordado que ante todo el proceso de diálogo debía asegurar la paz, la democracia y la unidad de Bolivia. Explicó que se llevaba propuestas concretas de los prefectos para acercar el diálogo, pero al día siguiente, luego de reunirse con el Gobierno, Caputo rectificó y aseguró que Bolivia podía vivir jornadas violentas si no se gestionaba de manera adecuada la crisis política. Esta consideración se convirtió en ultimátum el sábado pasado, y luego de una reunión del Consejo Permanente de la OEA, la institución ‘sentenció’ que si no había diálogo hasta el 1 de mayo, habría violencia.
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