lunes, julio 28, 2008

ARGENTINA: Scioli y Moyano ponen en juego su fidelidad K

Temeroso de algún derrumbe, Alberto Fernández abandonó la casa. Ya se conocen algunas de sus razones, personales y políticas. Más misteriosos son los efectos de su salida. No porque se vaya a producir un éxodo de amigos del ex jefe de Gabinete, como él acaso calculó en alguna tarde candorosa. Salvo la fiel Rosario Lufrano, los funcionarios más cercanos a Fernández descubrieron que su destino es ayudar a Sergio Massa en sus ciclópeos desafíos.

Si no renunciaron los amigos, menos lo harán los enemigos. Julio De Vido, Carlos Zannini o Ricardo Jaime festejan la armonía familiar recuperada. Ahora tienen a papá y mamá para ellos solos. La política cobija siempre algo infantil.

Sin embargo, Néstor Kirchner no debería seguir pensando que "Alberto se fue porque ya era la voz de la derecha, pero aquí no ha pasado nada". El portazo puede afectar las principales alianzas en las que se sostiene el decaído poder del Gobierno. Hay dos actores cruciales de este drama que se debaten entre la conveniencia de seguir al lado del ex presidente o seguir los pasos de Fernández. Son Daniel Scioli y Hugo Moyano. Kirchner los reconoció como las dos vigas maestras de la arquitectura oficial al ubicarlos a su lado en la conducción del PJ. Scioli y Moyano tienen invertido casi todo su capital político en asociación con el santacruceño. Para ellos, la imagen del ex jefe de Gabinete arrojándose del avión que ayudó a comandar durante cinco años tiene un impacto testimonial inigualable. ¿Se alejó sólo por diferencias conceptuales y emocionales? ¿No quiso seguir perdiendo frente a De Vido? ¿Se lanzó al vacío porque ya no toleraba el estilo del comandante o porque, además, divisó una montaña y temió estrellarse?

La inflación sigue su ritmo y el Gobierno insiste en enmascararla con estadísticas falsas. La política energética está contra las cuerdas, más allá de que dentro de pocos días se anuncie un 15 y un 20% de aumento de tarifas. Y la incógnita fiscal se agiganta: hace dos viernes hubo que convencer al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, para que no renunciara, acobardado ante las presiones para aumentar el gasto. ¿Cuánto pesó todo esto en Fernández? Así cavilan Scioli y Moyano.

Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA