jueves, julio 03, 2008

...Y llegó la candidata

Sus primeras palabras cuando abrazó la libertad reflejan la dimensión política de Ingrid. Ya tiene un programa de gobierno de 190 puntos que elaboró en cautiverio. Su popularidad, la dignidad que mostró y su inteligencia la convierten en una gran líder.



Con Íngrid Betancourt se dio un fenómeno singular. Cuando los guerrilleros se la llevaron para lo profundo de la selva, su popularidad estaba en el piso, apenas el 24 por ciento de imagen favorable, y ahora regresa con índices de popularidad del 71 por ciento, sólo superados por los del presidente Álvaro Uribe.

No es gratuito. Íngrid se convirtió, para los colombianos, en un símbolo de la resistencia del ser humano frente a la brutalidad del secuestro. Dicho de otra manera, una mujer, en apariencia frágil, demostraba que ni toda la artillería de la Farc, ni su soberbia, ni su crueldad eran capaces de derrotar la dignidad.

La fotografía que le tomaron el 24 de octubre del año pasado, como parte del paquete de pruebas de vida que las Farc le enviaron al presidente Hugo Chávez, lo decía casi todo. Una de las mujeres más combativas que ha conocido el país se veía sola e indefensa en medio de la selva. Estaba tan delgada, que ya no parecía poder perder un gramo más y se había dejado crecer tanto el pelo, que hacía recordar imágenes de mártires. Y -tal vez lo más importante de todo su 'mensaje'- clavó la mirada en el piso en señal de protesta y no quiso pronunciar una sola palabra. Hasta en el peor momento, Íngrid daba una señal de que las Farc no la habían doblegado. De que no había dado su brazo a torcer.




Siga leyendo el artículo de la Revista Semana

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA