Con ventanas y puertas clausuradas, abandonada pero vulnerable, Nueva Orleans se preparaba ansiosamente para recibir a Gustav, rezando por que el ciclón no acabe con todo lo que se ha reconstruido en los tres años transcurridos desde que Katrina devastó la ciudad y su espíritu. Cientos de miles de vecinos siguieron las órdenes de evacuación emitidas desde temprano, con una mejor planificación y un éxodo mejor organizado. "Están haciendo bien las cosas'', comentó Eric Bozeman, de 43 años, que ayer hacía fila para abordar el autobús que lo sacaría de Nueva Orleans. "No hay nadie empujando ni forcejeando. Todo está bajo control''.
Después que la mayoría de los habitantes de las áreas costeras evacuaron, la preocupación del gobierno se concentró en el sistema de diques, cuyas reparaciones demorarán tres años más. Al preguntársele cuál dique tiene mayor peligro de fallar, el vicegobernador de Louisiana, Mitch Landrieu dijo: "Todos''.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército trabaja desde el 2005 en la reparación y el reforzamiento de las 325 millas de diques y muros que rodean a Nueva Orleans y los poblados cercanos, pero según los expertos el proyecto de $15,000 millones no concluirá hasta el 2011. Sólo el 20 por ciento del proyecto se ha completado y hay brechas significativas que ponen nerviosos a los habitantes al acercarse Gustav. La ciudad está en parte bajo el nivel del mar y tiene la forma de un cuenco, al cual los diques sirven de borde. Las mejoras realizadas hasta ahora son sustanciales, dijo Richard Campanella, geógrafo de la Universidad de Tulane.
Pero el presidente Bush advirtió que las inundaciones podrían ser inevitables. "El Cuerpo de Ingenieros del Ejército me informa que aunque los diques están más fuertes que nunca, los habitantes de la Costa del Golfo, especialmente en Nueva Orleans, tienen que entender que una tormenta de esta magnitud genera el peligro de inundaciones considerables'', afirmó Bush en las oficinas centrales de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) en Washington. "El pueblo de Estados Unidos está con ustedes'', añadió.
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Después que la mayoría de los habitantes de las áreas costeras evacuaron, la preocupación del gobierno se concentró en el sistema de diques, cuyas reparaciones demorarán tres años más. Al preguntársele cuál dique tiene mayor peligro de fallar, el vicegobernador de Louisiana, Mitch Landrieu dijo: "Todos''.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército trabaja desde el 2005 en la reparación y el reforzamiento de las 325 millas de diques y muros que rodean a Nueva Orleans y los poblados cercanos, pero según los expertos el proyecto de $15,000 millones no concluirá hasta el 2011. Sólo el 20 por ciento del proyecto se ha completado y hay brechas significativas que ponen nerviosos a los habitantes al acercarse Gustav. La ciudad está en parte bajo el nivel del mar y tiene la forma de un cuenco, al cual los diques sirven de borde. Las mejoras realizadas hasta ahora son sustanciales, dijo Richard Campanella, geógrafo de la Universidad de Tulane.
Pero el presidente Bush advirtió que las inundaciones podrían ser inevitables. "El Cuerpo de Ingenieros del Ejército me informa que aunque los diques están más fuertes que nunca, los habitantes de la Costa del Golfo, especialmente en Nueva Orleans, tienen que entender que una tormenta de esta magnitud genera el peligro de inundaciones considerables'', afirmó Bush en las oficinas centrales de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) en Washington. "El pueblo de Estados Unidos está con ustedes'', añadió.
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