El mensaje es diáfano. "Los tiempos de Washington dando largas se han acabado. Mi Administración no negará los hechos, sino que será guiada por ellos". Así justificó Barack Obama las dos órdenes ejecutivas que firmó ayer y que siguen en la senda del desmantelamiento de algunas de las decisiones más controvertidas de George Bush. Esta vez fue el cambio climático, que EEUU ya no niega y que la Administración de Obama quiere combatir. Los primeros pasos, anunciados ayer, son limitar la emisión de los gases de efecto invernadero y producir vehículos de consumo más eficiente.
En relación a los gases, Obama instó a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA en sus siglas en inglés) a que reconsidere la decisión tomada durante la Administración de Bush de bloquear los esfuerzos de California y otros 13 estados y el Distrito de Columbia de limitar las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles. Durante los años de Bush, California trató de imponer leyes por su cuenta, en un movimiento que fue imitado y que originó la resistencia de los productores de automóviles, que presentaron recursos en los tribunales.
APOYO A LA INDUSTRIA
La Casa Blanca se posicionó con la industria, y bloqueó los intentos legislativos de California amparándose en una ley federal promulgada en el 2007 que establecía unos límites de eficiencia en el consumo de gasolina a los automoviles para el 2020. Sin embargo, esa ley no fue acompañada de las medidas regulatorias necesarias. Además, las medidas decididas por California reducían más CO2 que la ley federal, un 30% entre el 2009 y el 2016. Permitir a California y los otros estados aplicar sus leyes afectaría al 50% del mercado automovilístico de EEUU.
La segunda orden ejecutiva toma precisamente como referencia la ley de eficiencia en el consumo de gasolina del 2007 y decreta la promulgación de las regulaciones necesarias para la industria automovilística que no redactó la Administración de Bush. Pero Obama ha decidido actuar rápido, y para el mes de marzo debe haber regulaciones temporales cara a que las empresas automovilísticas las pongan en vigor en sus coches en el 2011.
En su anuncio, Obama enfatizó que no se trata de cargar aún más a un sector como el automovilístico, que sufre una aguda crisis, sino de empezar a "construir los coches del futuro".
El objetivo de Obama es que esta lucha contra el cambio climático se convierta a su vez en un motor de la economía para desarrollar un nuevo sector verde. El presidente repitió su objetivo de trabajar por la indepencia energética, y anunció una serie de medidas para que los edificios oficiales gasten menos y sean más sostenibles. También destacó que en su plan de recuperación económica que discute el Congreso se incluye la creación de empleo en el sector de las energías renovables.
Fuente: Diario El Períodico de España
En relación a los gases, Obama instó a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA en sus siglas en inglés) a que reconsidere la decisión tomada durante la Administración de Bush de bloquear los esfuerzos de California y otros 13 estados y el Distrito de Columbia de limitar las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles. Durante los años de Bush, California trató de imponer leyes por su cuenta, en un movimiento que fue imitado y que originó la resistencia de los productores de automóviles, que presentaron recursos en los tribunales.
APOYO A LA INDUSTRIA
La Casa Blanca se posicionó con la industria, y bloqueó los intentos legislativos de California amparándose en una ley federal promulgada en el 2007 que establecía unos límites de eficiencia en el consumo de gasolina a los automoviles para el 2020. Sin embargo, esa ley no fue acompañada de las medidas regulatorias necesarias. Además, las medidas decididas por California reducían más CO2 que la ley federal, un 30% entre el 2009 y el 2016. Permitir a California y los otros estados aplicar sus leyes afectaría al 50% del mercado automovilístico de EEUU.
La segunda orden ejecutiva toma precisamente como referencia la ley de eficiencia en el consumo de gasolina del 2007 y decreta la promulgación de las regulaciones necesarias para la industria automovilística que no redactó la Administración de Bush. Pero Obama ha decidido actuar rápido, y para el mes de marzo debe haber regulaciones temporales cara a que las empresas automovilísticas las pongan en vigor en sus coches en el 2011.
En su anuncio, Obama enfatizó que no se trata de cargar aún más a un sector como el automovilístico, que sufre una aguda crisis, sino de empezar a "construir los coches del futuro".
El objetivo de Obama es que esta lucha contra el cambio climático se convierta a su vez en un motor de la economía para desarrollar un nuevo sector verde. El presidente repitió su objetivo de trabajar por la indepencia energética, y anunció una serie de medidas para que los edificios oficiales gasten menos y sean más sostenibles. También destacó que en su plan de recuperación económica que discute el Congreso se incluye la creación de empleo en el sector de las energías renovables.
Fuente: Diario El Períodico de España
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