El presidente Obama apeló el martes por la noche a la determinación y el optimismo del pueblo estadounidense, diciéndole la recuperación económica demorará pero que le esperan mejores tiempos si se unen a él en crear nuevas bases económicas para un nuevo siglo.
"Ahora es el momento de actuar con audacia e inteligencia, no sólo para revivir la economía, sino para crear los cimientos para una prosperidad duradera'', dijo el Presidente. ‘'Ahora es el momento de impulsar la creación de empleos, de reanudar el crédito, de invertir en sectores como la energía, los servicios médicos y la educación que harán crecer la economía, incluso mientras tomamos medidas duras para reducir el déficit''.
Al hablar ante una sesión conjunta del Congreso y al pueblo estadounidense, el presidente Obama ofreció un mensaje de alerta y esperanza, tratando de tomar impulso para implementar ambiciosos objetivos políticos en medio de una economía en recesión.
"Aunque nuestra economía está debilitada y nuestra confianza afectada, aunque vivimos tiempos difíciles e inciertos, quiero que esta noche el pueblo estadounidense sepa esto: reconstruiremos el país, nos recuperaremos y Estados Unidos emergerá con más fuerza que nunca antes'', dijo el Presidente.
"El peso de esta crisis no determinará el destino de esta nación'', agregó. "Las respuestas a nuestros problemas están a nuestro alcance, en los laboratorios y universidades, en nuestros campos y fábricas, en la imaginación de nuestros empresarios y el orgullo del pueblo que más duro trabaja''.
Estados Unidos tampoco se ha amilanado ante grandes retos en tiempos de crisis, agregó, citando el ferrocarril transcontinental que se construyó durante la Guerra Civil y las misiones a la Luna durante la Guerra Fría.
Tocando el tema de la responsabilidad, el Presidente dictó cátedra a los políticos, los empresarios, los banqueros y, hasta cierto punto, a todos los estadounidenses de a pie que tratan de prosperar.
‘'Hemos vivido en una era en que las ganancias a corto plazo con frecuencia eran más importantes que la prosperidad a largo plazo, una era en que no miramos más allá del próximo cheque de pago, el próximo trimestre o la próxima elección'', expresó el Presidente.
"Un superávit se convirtió en una excusa para transferir riqueza a los ricos en vez de una oportunidad para invertir en el futuro. Se eliminaron reglas en busca de ganancias rápidas a costa de un mercado saludable'', dijo. "La gente compró casas que sabía que no podía comprar y los bancos les concedieron préstamos de alto riesgo. Y todo mientras se pospusieron los debates críticos y las decisiones difíciles para otro momento''.
El Presidente dijo que comprende la furia de los estadounidenses con esos bancos cuyas malas decisiones son un factor clave en la crisis, pero que "no se puede gobernar desde la furia'' y que la asistencia a los bancos es esencial''.
La respuesta republicana fue presentada por el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, quien comparte con el Presidente el optimismo pero piensa que la estrategia demócrata llevará a un gobierno inflado y una deuda a largo plazo.
Siga leyendo el artículo del diario El Nuevo Herald de Miami
"Ahora es el momento de actuar con audacia e inteligencia, no sólo para revivir la economía, sino para crear los cimientos para una prosperidad duradera'', dijo el Presidente. ‘'Ahora es el momento de impulsar la creación de empleos, de reanudar el crédito, de invertir en sectores como la energía, los servicios médicos y la educación que harán crecer la economía, incluso mientras tomamos medidas duras para reducir el déficit''.
Al hablar ante una sesión conjunta del Congreso y al pueblo estadounidense, el presidente Obama ofreció un mensaje de alerta y esperanza, tratando de tomar impulso para implementar ambiciosos objetivos políticos en medio de una economía en recesión.
"Aunque nuestra economía está debilitada y nuestra confianza afectada, aunque vivimos tiempos difíciles e inciertos, quiero que esta noche el pueblo estadounidense sepa esto: reconstruiremos el país, nos recuperaremos y Estados Unidos emergerá con más fuerza que nunca antes'', dijo el Presidente.
"El peso de esta crisis no determinará el destino de esta nación'', agregó. "Las respuestas a nuestros problemas están a nuestro alcance, en los laboratorios y universidades, en nuestros campos y fábricas, en la imaginación de nuestros empresarios y el orgullo del pueblo que más duro trabaja''.
Estados Unidos tampoco se ha amilanado ante grandes retos en tiempos de crisis, agregó, citando el ferrocarril transcontinental que se construyó durante la Guerra Civil y las misiones a la Luna durante la Guerra Fría.
Tocando el tema de la responsabilidad, el Presidente dictó cátedra a los políticos, los empresarios, los banqueros y, hasta cierto punto, a todos los estadounidenses de a pie que tratan de prosperar.
‘'Hemos vivido en una era en que las ganancias a corto plazo con frecuencia eran más importantes que la prosperidad a largo plazo, una era en que no miramos más allá del próximo cheque de pago, el próximo trimestre o la próxima elección'', expresó el Presidente.
"Un superávit se convirtió en una excusa para transferir riqueza a los ricos en vez de una oportunidad para invertir en el futuro. Se eliminaron reglas en busca de ganancias rápidas a costa de un mercado saludable'', dijo. "La gente compró casas que sabía que no podía comprar y los bancos les concedieron préstamos de alto riesgo. Y todo mientras se pospusieron los debates críticos y las decisiones difíciles para otro momento''.
El Presidente dijo que comprende la furia de los estadounidenses con esos bancos cuyas malas decisiones son un factor clave en la crisis, pero que "no se puede gobernar desde la furia'' y que la asistencia a los bancos es esencial''.
La respuesta republicana fue presentada por el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, quien comparte con el Presidente el optimismo pero piensa que la estrategia demócrata llevará a un gobierno inflado y una deuda a largo plazo.
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