La crisis económica global hará que las remesas a Latinoamérica registren este año la primera caída desde que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comenzó a seguir los datos en 2000, pronosticó hoy la entidad. La tendencia comenzó a notarse ya en el último trimestre de 2008, cuando las remesas cayeron un 2 por ciento, y se aceleró en enero de este año, con una caída prevista de entre el 11 y el 13 por ciento, según las estimaciones iniciales del BID. En el conjunto de 2008, los trabajadores latinoamericanos residentes en otras partes del mundo enviaron a sus países de origen 69.200 millones de dólares, lo que supone un incremento de sólo el 0,9 por ciento frente a 2007.
Luis Alberto Moreno, presidente del BID, señaló en una rueda de prensa en la que se presentaron las últimas estimaciones de remesas, que la esperada contracción perjudicará los estándares de vida de muchas familias en Latinoamérica y reforzará la necesidad de las redes de protección social. Aun así, Moreno destacó que los inmigrantes han demostrado ser "extremadamente capaces" a la hora de lidiar con la adversidad.
Mencionó, en ese sentido, que entre sus estrategias para salir adelante han estado la de gastar menos en ellos mismos, trabajar más horas, tener varios trabajos, cambiar de sector o incluso recurrir a sus propios ahorros para seguir enviando dinero a los familiares que dejaron atrás. El análisis del BID señala que la crisis ha redefinido la importancia de factores que influyen sobre el flujo de remesas a América Latina y el Caribe. Uno de esos factores tiene que ver con las fluctuaciones en las tasas de cambio.
El estudio menciona, en ese sentido, que la apreciación del dólar que ha tenido lugar desde septiembre del año pasado frente a las monedas de México, Brasil y Colombia, los tres principales países receptores, ha tenido un impacto duradero. Así, y pese a que los flujos de remesas cayeron en el último trimestre del año pasado, el valor de los dólares en términos de la moneda local aumentó, lo que incrementó el poder adquisitivo de los receptores de las remesas en esos países.
El informe destaca que los regímenes cambiarios de México, Brasil y Colombia no son los típicos de la mayoría de los países del área. Así por ejemplo, las monedas de América Central están o bien dolarizadas o vinculadas al dólar, lo que ha hecho que los receptores de remesas de esos países no se hayan beneficiado de la apreciación del dólar. En América del Sur, sobre todo en la región andina y Paraguay, hay otra dinámica en juego, ya que muchos de los países reciben una porción significativa de sus remesas desde Europa, sobre todo España
Fuente: Diario La República de Lima
Luis Alberto Moreno, presidente del BID, señaló en una rueda de prensa en la que se presentaron las últimas estimaciones de remesas, que la esperada contracción perjudicará los estándares de vida de muchas familias en Latinoamérica y reforzará la necesidad de las redes de protección social. Aun así, Moreno destacó que los inmigrantes han demostrado ser "extremadamente capaces" a la hora de lidiar con la adversidad.
Mencionó, en ese sentido, que entre sus estrategias para salir adelante han estado la de gastar menos en ellos mismos, trabajar más horas, tener varios trabajos, cambiar de sector o incluso recurrir a sus propios ahorros para seguir enviando dinero a los familiares que dejaron atrás. El análisis del BID señala que la crisis ha redefinido la importancia de factores que influyen sobre el flujo de remesas a América Latina y el Caribe. Uno de esos factores tiene que ver con las fluctuaciones en las tasas de cambio.
El estudio menciona, en ese sentido, que la apreciación del dólar que ha tenido lugar desde septiembre del año pasado frente a las monedas de México, Brasil y Colombia, los tres principales países receptores, ha tenido un impacto duradero. Así, y pese a que los flujos de remesas cayeron en el último trimestre del año pasado, el valor de los dólares en términos de la moneda local aumentó, lo que incrementó el poder adquisitivo de los receptores de las remesas en esos países.
El informe destaca que los regímenes cambiarios de México, Brasil y Colombia no son los típicos de la mayoría de los países del área. Así por ejemplo, las monedas de América Central están o bien dolarizadas o vinculadas al dólar, lo que ha hecho que los receptores de remesas de esos países no se hayan beneficiado de la apreciación del dólar. En América del Sur, sobre todo en la región andina y Paraguay, hay otra dinámica en juego, ya que muchos de los países reciben una porción significativa de sus remesas desde Europa, sobre todo España
Fuente: Diario La República de Lima
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