El plan del secretario del Tesoro, Timothy Geithner, para librar al sistema financiero de los activos tóxicos, depende de la participación de los inversionistas privados, quienes podrían obtener ganancias con la ayuda de los fondos del gobierno.
El plan tripartito de Geithner, que será anunciado hoy, contempla la creación de una serie de fondos de inversión público-privados que absorberán entre US$ 500.000 millones y US$ 1 billón (millón de millones) en préstamos incobrables y otros activos en problemas que están en la raíz de la crisis financiera. Para estimular la participación de los inversionistas privados, el gobierno ofrecerá subsidios lucrativos y asumirá gran parte del riesgo.
El programa del gobierno, que ha sido esperado con ansias por los inversionistas, contempla la creación de una entidad, respaldada por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), para comprar activos y mantenerlos por un largo período de tiempo.
Además, el Departamento del Tesoro pretende extender un plan de la Reserva Federal para incluir activos más antiguos conocidos como de "legado". El programa, conocido como Línea de Crédito para Préstamos Respaldados por Activos a Plazo (TALF, por sus siglas en inglés), fue ideado para comprar valores recientemente emitidos que respalden todo tipo de préstamos para consumidores y pequeñas empresas. Sin embargo, algunos de los activos más tóxicos son valores creados en 2005 y 2006, que el TALF ahora podrá absorber.
En tercer lugar, el gobierno implementará los planes que había esbozado Geithner en febrero, para establecer fondos de inversión público-privados para comprar valores respaldados por hipotecas y otros activos. Los fondos serán administrados por gestores de inversión privados, pero serán financiados con una combinación de dinero privado y capital del gobierno, los cuales compartirán cualquier ganancia o pérdida.
Geithner manifestó en una entrevista que la única forma de resolver la crisis financiera es colaborar con el sector privado. "Nuestra opinión es que la mejor manera de superar esto es trabajar con los mercados", señaló. "No queremos que el gobierno asuma todo el riesgo. Queremos que el sector privado trabaje con nosotros".
El objetivo del programa es normalizar mercados que han quedado paralizados. Uno de los mayores problemas es que muchos de estos activos ya no se transan, lo que hace muy difícil valorarlos. Los bancos no están dispuestos a vender a precios muy bajos y los inversionistas no quieren asumir el riesgo.
El Departamento del Tesoro espera que el ingreso de inversionistas privados ayude a crear precios de mercado. Intentos previos para que el gobierno establezca los precios fracasaron porque un precio muy alto perjudicaría a los contribuyentes y uno muy bajo afectaría a los bancos. Los inversionistas privados, en cambio, podrían fijar un precio de mercado porque es poco probable que paguen demasiado o que los bancos vendan muy por debajo del precio.
Siga leyendo el artículo del diario The Wall Sreet Journal Américas, publicado en el diario La Nación de Buenos Aires
El plan tripartito de Geithner, que será anunciado hoy, contempla la creación de una serie de fondos de inversión público-privados que absorberán entre US$ 500.000 millones y US$ 1 billón (millón de millones) en préstamos incobrables y otros activos en problemas que están en la raíz de la crisis financiera. Para estimular la participación de los inversionistas privados, el gobierno ofrecerá subsidios lucrativos y asumirá gran parte del riesgo.
El programa del gobierno, que ha sido esperado con ansias por los inversionistas, contempla la creación de una entidad, respaldada por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), para comprar activos y mantenerlos por un largo período de tiempo.
Además, el Departamento del Tesoro pretende extender un plan de la Reserva Federal para incluir activos más antiguos conocidos como de "legado". El programa, conocido como Línea de Crédito para Préstamos Respaldados por Activos a Plazo (TALF, por sus siglas en inglés), fue ideado para comprar valores recientemente emitidos que respalden todo tipo de préstamos para consumidores y pequeñas empresas. Sin embargo, algunos de los activos más tóxicos son valores creados en 2005 y 2006, que el TALF ahora podrá absorber.
En tercer lugar, el gobierno implementará los planes que había esbozado Geithner en febrero, para establecer fondos de inversión público-privados para comprar valores respaldados por hipotecas y otros activos. Los fondos serán administrados por gestores de inversión privados, pero serán financiados con una combinación de dinero privado y capital del gobierno, los cuales compartirán cualquier ganancia o pérdida.
Geithner manifestó en una entrevista que la única forma de resolver la crisis financiera es colaborar con el sector privado. "Nuestra opinión es que la mejor manera de superar esto es trabajar con los mercados", señaló. "No queremos que el gobierno asuma todo el riesgo. Queremos que el sector privado trabaje con nosotros".
El objetivo del programa es normalizar mercados que han quedado paralizados. Uno de los mayores problemas es que muchos de estos activos ya no se transan, lo que hace muy difícil valorarlos. Los bancos no están dispuestos a vender a precios muy bajos y los inversionistas no quieren asumir el riesgo.
El Departamento del Tesoro espera que el ingreso de inversionistas privados ayude a crear precios de mercado. Intentos previos para que el gobierno establezca los precios fracasaron porque un precio muy alto perjudicaría a los contribuyentes y uno muy bajo afectaría a los bancos. Los inversionistas privados, en cambio, podrían fijar un precio de mercado porque es poco probable que paguen demasiado o que los bancos vendan muy por debajo del precio.
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