Espías informáticos han violado en repedidas ocasiones la seguridad del proyecto de armamento más costoso del Pentágono, el programa 'Joint Strike Fighter', que desarrolla el avión de combate F-35, y que tiene un coste de más de 232.000 millones de euros (300.000 millones de dólares).
Según publica el diario 'The Wall Street Journal', que cita funcionarios y ex funcionarios cercanos al citado proyecto, los intrusos fueron capaces de copiar y extraer datos relacionados con el diseño y los sistemas electrónicos que podrían usarse para facilitar la defensa contra un posible ataque del avión.
No obstante, los espías no pudieron acceder a los materiales más sensibles, ya que estos se mantienen en equipos que no están conectados a la Red, añade el diario.
Los intrusos entraron a través de vulnerabilidades en las redes de ciertos contratistas que participan en la construcción del avión de combate.
Lockheed Martin es el principal contratista, mientras que Northrop Grumman y BAE Systems también tienen importantes papeles en el proyecto. Lockheed Martin y BAE declinaron hacer comentarios a esta información, y Northrop se remitió a lo contestado por Lockheed, según el periódico estadounidense. A pesar de la ausencia de declaraciones por parte del Pentágono, la Fuerza Aérea había comenzado una investigación.
De momeno no ha sido identificada ni la identidad de los atacantes y ni se han cuantificado los daños. Algunos ex funcionarios afirmaron los ataques parecen haberse originado en China, aunque señalaron que era difícil determinar el origen debido a la facilidad de ocultar la identidad 'online'. Por su parte, la Embajada de China en Washington asegura que "se opone y prohíbe todas las formas de delitos cibernéticos". Por otro lado, funcionarios del Pentágono informaron de que ha habido una serie de violaciones en los sistemas de control aéreo de la Fuerza Aérea de los EEUU en los últimos meses.
Fuente: Diario El Mundo de España
Según publica el diario 'The Wall Street Journal', que cita funcionarios y ex funcionarios cercanos al citado proyecto, los intrusos fueron capaces de copiar y extraer datos relacionados con el diseño y los sistemas electrónicos que podrían usarse para facilitar la defensa contra un posible ataque del avión.
No obstante, los espías no pudieron acceder a los materiales más sensibles, ya que estos se mantienen en equipos que no están conectados a la Red, añade el diario.
Los intrusos entraron a través de vulnerabilidades en las redes de ciertos contratistas que participan en la construcción del avión de combate.
Lockheed Martin es el principal contratista, mientras que Northrop Grumman y BAE Systems también tienen importantes papeles en el proyecto. Lockheed Martin y BAE declinaron hacer comentarios a esta información, y Northrop se remitió a lo contestado por Lockheed, según el periódico estadounidense. A pesar de la ausencia de declaraciones por parte del Pentágono, la Fuerza Aérea había comenzado una investigación.
De momeno no ha sido identificada ni la identidad de los atacantes y ni se han cuantificado los daños. Algunos ex funcionarios afirmaron los ataques parecen haberse originado en China, aunque señalaron que era difícil determinar el origen debido a la facilidad de ocultar la identidad 'online'. Por su parte, la Embajada de China en Washington asegura que "se opone y prohíbe todas las formas de delitos cibernéticos". Por otro lado, funcionarios del Pentágono informaron de que ha habido una serie de violaciones en los sistemas de control aéreo de la Fuerza Aérea de los EEUU en los últimos meses.
Fuente: Diario El Mundo de España
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