Trinidad y Tobago.- Los gestos de distensión que intercambiaron el presidente norteamericano, Barack Obama, y su par venezolano, Hugo Chávez, durante la Cumbre de las Américas, parecieron augurar una nueva etapa en las relaciones entre ambos países, pero al mismo tiempo despertaron duras críticas contra el inquilino de la Casa Blanca.
Ayer, Obama desafió a sus críticos y defendió su cuestionado estilo diplomático. "Es improbable que, como consecuencia de estrechar la mano o mantener una educada conversación con el señor Chávez, estemos poniendo en peligro los intereses estratégicos de Estados Unidos", declaró.
También recordó que, ya durante la campaña electoral, sus rivales habían manifestado que su disposición al diálogo con países "hostiles" era una "señal de debilidad".
"Los norteamericanos no compraron eso", dijo. "Y hay una buena razón por la que no lo compraron, y es porque no tiene ningún sentido."
No obstante, reconoció algunas diferencias con su par venezolano: "Tengo grandes diferencias con Hugo Chávez en temas como política económica y extranjera. Hubo instancias en las que vimos a Venezuela interferir en algunos de los países que lo rodean en maneras que estimo que son preocupantes".
Durante la cumbre de Trinidad y Tobago, Chávez y Obama se dieron la mano e intercambiaron unas pocas palabras antes de la sesión inaugural y, al día siguiente, el gobernante venezolano le obsequió un libro. Estos gestos le valieron críticas a Obama, tanto en Estados Unidos como en Venezuela. "Creo que fue irresponsable por parte del presidente ser visto riendo y bromeando con Hugo Chávez", dijo el senador republicano John Ensign. En tanto, el ex embajador de Venezuela ante la ONU Milos Alcalay dijo que el "autoritarismo del presidente [Chávez], que crece cada día más, tiene que ser discutido".
En la otra vereda, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó ayer que ha llegado el momento de que los dos países mejoren sus relaciones. Lula señaló que recientemente le aconsejó a Chávez que buscara un acercamiento con Obama. "Chávez, creo que es hora de que tomes la iniciativa y converses con el presidente Obama. Si tu divergencia era con [George W.] Bush y no con Estados Unidos, éste es el momento", relató Lula.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos quedaron suspendidas en septiembre de 2008 a raíz de la expulsión del embajador en Caracas; Chávez anunció anteayer que designó a Roy Chaderton como nuevo embajador en Washington. El asesor político de Obama David Axelrod dijo ayer que Chávez debe enterrar su "antinorteamericanismo rampante y de mal gusto" si quiere normalizar las relaciones.
Ayer, Obama desafió a sus críticos y defendió su cuestionado estilo diplomático. "Es improbable que, como consecuencia de estrechar la mano o mantener una educada conversación con el señor Chávez, estemos poniendo en peligro los intereses estratégicos de Estados Unidos", declaró.
También recordó que, ya durante la campaña electoral, sus rivales habían manifestado que su disposición al diálogo con países "hostiles" era una "señal de debilidad".
"Los norteamericanos no compraron eso", dijo. "Y hay una buena razón por la que no lo compraron, y es porque no tiene ningún sentido."
No obstante, reconoció algunas diferencias con su par venezolano: "Tengo grandes diferencias con Hugo Chávez en temas como política económica y extranjera. Hubo instancias en las que vimos a Venezuela interferir en algunos de los países que lo rodean en maneras que estimo que son preocupantes".
Durante la cumbre de Trinidad y Tobago, Chávez y Obama se dieron la mano e intercambiaron unas pocas palabras antes de la sesión inaugural y, al día siguiente, el gobernante venezolano le obsequió un libro. Estos gestos le valieron críticas a Obama, tanto en Estados Unidos como en Venezuela. "Creo que fue irresponsable por parte del presidente ser visto riendo y bromeando con Hugo Chávez", dijo el senador republicano John Ensign. En tanto, el ex embajador de Venezuela ante la ONU Milos Alcalay dijo que el "autoritarismo del presidente [Chávez], que crece cada día más, tiene que ser discutido".
En la otra vereda, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó ayer que ha llegado el momento de que los dos países mejoren sus relaciones. Lula señaló que recientemente le aconsejó a Chávez que buscara un acercamiento con Obama. "Chávez, creo que es hora de que tomes la iniciativa y converses con el presidente Obama. Si tu divergencia era con [George W.] Bush y no con Estados Unidos, éste es el momento", relató Lula.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos quedaron suspendidas en septiembre de 2008 a raíz de la expulsión del embajador en Caracas; Chávez anunció anteayer que designó a Roy Chaderton como nuevo embajador en Washington. El asesor político de Obama David Axelrod dijo ayer que Chávez debe enterrar su "antinorteamericanismo rampante y de mal gusto" si quiere normalizar las relaciones.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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