En medio de la ola de protestas por las polémicas elecciones presidenciales, el régimen islámico de Irán volvió a la carga y tildó a los organizadores de las manifestaciones de "agitadores", a quienes acusó de haber recibido dinero de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y de la oposición en el exilio.
"Numerosos agitadores tienen vínculos con Estados Unidos, la CIA y los Monafeghin (los Muyaidines del Pueblo, principal grupo de la oposición armada iraní) y recibieron ayuda financiera de su parte", declaró el ministro iraní de Interior, Sadegh Masuli, citado por la agencia Fars. En tanto, el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei advirtió que las autoridades "no cederán" frente a la ola de manifestaciones que siguieron a las polémicas elecciones presidenciales. "En ocasión de los recientes incidentes concernientes a la elección, insistí (sobre la necesidad) de aplicar la ley y continuaré insistiendo (sobre ello). Ni el sistema, ni el pueblo, cederán por la fuerza", declaró.
Desde la reelección del presidente saliente el 12 de junio, Irán es el teatro de una ola de manifestaciones de protesta sin precedentes desde la revolución de 1979, que dejaron al menos 17 muertos y un centenar de heridos. Por su parte, la policía reiteró sus ataques contra la prensa de ese país y detuvo a 20 personas en la sede del diario opositor Kalameh , favorable al candidato derrotado Mir Husein Mousavi. "En el momento en que irrumpió la policía había 20 personas. Cinco eran administrativos y el resto periodistas", afirmó la fuente, que prefirió no identificarse. Según la misma, la redacción, ubicada en un edificio de la céntrica plaza de Haft-e Tir, ya no estaba en funcionamiento pero aún era utilizada como centro de reunión.
La policía iraní anunció, sin embargo, que había desmantelado el cuartel general de los "saboteadores", ubicado en un edificio de la plaza Haft-e Tir "utilizado como base de campaña por uno de los candidatos presidenciales" derrotados el 12 de junio.
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"Numerosos agitadores tienen vínculos con Estados Unidos, la CIA y los Monafeghin (los Muyaidines del Pueblo, principal grupo de la oposición armada iraní) y recibieron ayuda financiera de su parte", declaró el ministro iraní de Interior, Sadegh Masuli, citado por la agencia Fars. En tanto, el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei advirtió que las autoridades "no cederán" frente a la ola de manifestaciones que siguieron a las polémicas elecciones presidenciales. "En ocasión de los recientes incidentes concernientes a la elección, insistí (sobre la necesidad) de aplicar la ley y continuaré insistiendo (sobre ello). Ni el sistema, ni el pueblo, cederán por la fuerza", declaró.
Desde la reelección del presidente saliente el 12 de junio, Irán es el teatro de una ola de manifestaciones de protesta sin precedentes desde la revolución de 1979, que dejaron al menos 17 muertos y un centenar de heridos. Por su parte, la policía reiteró sus ataques contra la prensa de ese país y detuvo a 20 personas en la sede del diario opositor Kalameh , favorable al candidato derrotado Mir Husein Mousavi. "En el momento en que irrumpió la policía había 20 personas. Cinco eran administrativos y el resto periodistas", afirmó la fuente, que prefirió no identificarse. Según la misma, la redacción, ubicada en un edificio de la céntrica plaza de Haft-e Tir, ya no estaba en funcionamiento pero aún era utilizada como centro de reunión.
La policía iraní anunció, sin embargo, que había desmantelado el cuartel general de los "saboteadores", ubicado en un edificio de la plaza Haft-e Tir "utilizado como base de campaña por uno de los candidatos presidenciales" derrotados el 12 de junio.
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