lunes, noviembre 02, 2009

El plan de salida de Honduras de Hillary: Wall Street Journal

Según el diario estadounidense Wall Street Journal: Si hay una persona en Honduras que hoy en día es más despreciada que el depuesto presidente Manuel Zelaya, esa es un extranjero de nombre Hugo. No nos referimos al dictador venezolano Hugo Chávez, sino al embajador estadounidense Hugo Llorens.

Muchos hondureños, incluyendo —dicen los rumores— al presidente Roberto Micheletti, consideran a Llorens como el artífice de una política estadounidense que le ha causado un daño enorme al país.


Al firmar el acuerdo, Honduras ayudó a que Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton no salieran mal parados. Es muy probable que el acuerdo firmado en las últimas horas del jueves entre el gobierno interino y Zelaya ponga fin a ese sufrimiento. Por fin, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos acordaron dar un paso al costado y permitir que sean las instituciones hondureñas las que decidan si Zelaya debe ser restituido. Sin la intromisión internacional, es muy probable que Zelaya pierda otra vez la presidencia.

Aun así, los retos continúan, empezando por el hecho de que aunque EE.UU. dijo que ya no iba a intervenir en los asuntos hondureños, hay vicios difíciles de dejar.

Al referirse a la intención de Zelaya de regresar al poder, Thomas Shannon, el subsecretario del Departamento de Estado para el hemisferio occidental, dijo la semana pasada que “ese es el tema más provocativo y uno que revisaremos de cerca”.

La necesidad de dictarle a Honduras cómo dirigir su país ha sido un problema desde el principio.

En el momento en que la Corte Suprema de Honduras ordenó el arresto de Zelaya en junio por organizar una violenta manifestación e intentar pasar por encima de la Constitución, Llorens se ungió como un virrey colonial a cargo de imponer la voluntad de EE.UU. Muchos locos izquierdistas lanza bombas Molotov se pusieron del lado de Zelaya.

Pero Llorens determinó la posición de EE.UU., a favor de la legitimidad del ex presidente errático. El embajador estadounidense utilizó cada arma que tuvo a su alcance para tratar de forzar al país a restaurar a Zelaya en el poder.

Esto violó la soberanía hondureña. Sin embargo, el jefe de Llorens en EE.UU., Barack Obama, parece más interesado en apaciguar a los enemigos de EE.UU. que en apoyar a los amigos, o incluso cumplir su palabra de no intervenir en los asuntos de otros países. Chávez y Fidel Castro apoyaban a Zelaya y, aparentemente, Obama quería formar parte del clan.

Siga leyendo el artìculo del diario La Tribuna de Tegucigalpa, Honduras

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA