Luego de varios encuentros y declaraciones que cargaron de tensión la relación bilateral, la Argentina y Brasil lograron ayer avanzar en medidas que permitirán reducir los roces comerciales. Funcionarios y equipos técnicos de ambos países se reunieron en San Pablo y acordaron disminuir la cantidad de productos alcanzados actualmente por las licencias no automáticas (LNA) de importación.
La última reunión del año que mantuvo la Comisión Bilateral de Comercio fue en realidad la primera que se produjo luego de los compromisos asumidos en una cumbre bilateral por los presidentes Cristina Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva el 18 de noviembre pasado. En aquella oportunidad, ambos mandatarios se habían comprometido a no demorar más de 60 días el otorgamiento de las LNA, tal como lo establece la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ayer, ambas delegaciones "verificaron la agilización de los trámites de aprobación", según informó el Ministerio de Industria argentino en un comunicado. Las quejas de los empresarios brasileños por demoras de hasta cinco o seis meses en esos trámites habían sido uno de los factores que incrementaron el malestar entre los socios mayores del Mercosur.
"La reunión fue muy buena, mejor que nuestras expectativas", dijo a LA NACION el secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral, que encabezó la delegación de su país junto con el viceministro de Desarrollo, Ivan Ramalho. El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, representó a la Argentina. Según Barral -un funcionario que no suele callar sus discrepancias con nuestro país-, "la Argentina hizo un esfuerzo" por agilizar las LNA y, pese a que persisten algunos casos puntuales de retrasos, "la situación mejoró muchísimo en todos los sectores". La Argentina mantiene licencias sobre 350 posiciones arancelarias, entre ellas neumáticos, textiles, muebles, juguetes, calzado, pequeños electrodomésticos y otros.
De todos modos, existe una diferencia "estructural" en este tema que no pudo ser salvada. "Para Brasil no debería haber ninguna licencia de ningún lado, mientras que la Argentina mantiene una posición intermedia", resumió Barral.
Esta diferencia probablemente haya sido la causa de la distinta redacción que emplearon los dos gobiernos en sus comunicados para referirse al acuerdo sobre LNA. Mientras para Brasil ambos países "se comprometieron a (...) disminuir la cantidad de productos sujetos a este mecanismo", la Argentina empleó una fórmula extremadamente cautelosa: "La Comisión decidió iniciar el análisis sobre la posibilidad de reducir el número de productos sujetos a LNA".
Los técnicos de ambos países repasaron una lista de reclamos puntuales de empresas y sectores. La Argentina reiteró la necesidad de que Brasil contemple una liberación rápida de todos los productos perecederos que pasan por la Aduana y que se informe con la debida antelación.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
La última reunión del año que mantuvo la Comisión Bilateral de Comercio fue en realidad la primera que se produjo luego de los compromisos asumidos en una cumbre bilateral por los presidentes Cristina Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva el 18 de noviembre pasado. En aquella oportunidad, ambos mandatarios se habían comprometido a no demorar más de 60 días el otorgamiento de las LNA, tal como lo establece la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ayer, ambas delegaciones "verificaron la agilización de los trámites de aprobación", según informó el Ministerio de Industria argentino en un comunicado. Las quejas de los empresarios brasileños por demoras de hasta cinco o seis meses en esos trámites habían sido uno de los factores que incrementaron el malestar entre los socios mayores del Mercosur.
"La reunión fue muy buena, mejor que nuestras expectativas", dijo a LA NACION el secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral, que encabezó la delegación de su país junto con el viceministro de Desarrollo, Ivan Ramalho. El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, representó a la Argentina. Según Barral -un funcionario que no suele callar sus discrepancias con nuestro país-, "la Argentina hizo un esfuerzo" por agilizar las LNA y, pese a que persisten algunos casos puntuales de retrasos, "la situación mejoró muchísimo en todos los sectores". La Argentina mantiene licencias sobre 350 posiciones arancelarias, entre ellas neumáticos, textiles, muebles, juguetes, calzado, pequeños electrodomésticos y otros.
De todos modos, existe una diferencia "estructural" en este tema que no pudo ser salvada. "Para Brasil no debería haber ninguna licencia de ningún lado, mientras que la Argentina mantiene una posición intermedia", resumió Barral.
Esta diferencia probablemente haya sido la causa de la distinta redacción que emplearon los dos gobiernos en sus comunicados para referirse al acuerdo sobre LNA. Mientras para Brasil ambos países "se comprometieron a (...) disminuir la cantidad de productos sujetos a este mecanismo", la Argentina empleó una fórmula extremadamente cautelosa: "La Comisión decidió iniciar el análisis sobre la posibilidad de reducir el número de productos sujetos a LNA".
Los técnicos de ambos países repasaron una lista de reclamos puntuales de empresas y sectores. La Argentina reiteró la necesidad de que Brasil contemple una liberación rápida de todos los productos perecederos que pasan por la Aduana y que se informe con la debida antelación.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
No hay comentarios.:
Publicar un comentario