Otro lunar para la libertad de prensa en América Latina: Al igual que el régimen de su mentor venezolano Hugo Chávez, el gobierno de Rafael Correa da muestras claras de intolerancia y revanchismo contra las voces independientes que lo critican, lo que el mundo democrático debe rechazar.
Esta vez le tocó al canal opositor Teleamazonas, que fue suspendido por 72 horas bajo el pretexto de haber difundido, en junio pasado, una noticia supuestamente falsa. También fue clausurada la radio la Voz de Aruntan, acusada de incitar a la violencia. Todo ello trae a la memoria la infausta y repudiable decisión del autócrata venezolano de expropiar RCTV y cerrar estaciones de radio, así como las polémicas leyes sobre medios de comunicación impulsadas en Argentina, Bolivia y Venezuela.
En Ecuador, aunque la orden provino formalmente de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Suptel), un organismo supuestamente autónomo, es claro que Teleamazonas es un canal incómodo para el Gobierno, precisamente porque no se aúna al coro cortesano que adula al régimen. Es más, previamente este canal fue acusado por el mismo presidente Correa de no pagar impuestos, lo que constituía ya una velada amenaza.
De inmediato, como era de esperar, las protestas no se han hecho esperar, por lo que se entiende como un atentado contra la libertad de prensa y un golpe bajo al Estado democrático.
Siga leyendo el editorial del diario El Comercio de Lima
Esta vez le tocó al canal opositor Teleamazonas, que fue suspendido por 72 horas bajo el pretexto de haber difundido, en junio pasado, una noticia supuestamente falsa. También fue clausurada la radio la Voz de Aruntan, acusada de incitar a la violencia. Todo ello trae a la memoria la infausta y repudiable decisión del autócrata venezolano de expropiar RCTV y cerrar estaciones de radio, así como las polémicas leyes sobre medios de comunicación impulsadas en Argentina, Bolivia y Venezuela.
En Ecuador, aunque la orden provino formalmente de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Suptel), un organismo supuestamente autónomo, es claro que Teleamazonas es un canal incómodo para el Gobierno, precisamente porque no se aúna al coro cortesano que adula al régimen. Es más, previamente este canal fue acusado por el mismo presidente Correa de no pagar impuestos, lo que constituía ya una velada amenaza.
De inmediato, como era de esperar, las protestas no se han hecho esperar, por lo que se entiende como un atentado contra la libertad de prensa y un golpe bajo al Estado democrático.
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