El renaciente mercado inmobiliario apuntaló la recuperación de la economía china durante el año pa¬sado. Sin embargo, ahora este boom de la construcción podría convertirse en uno de los mayores riesgos que afronta el país a largo plazo.
En 2009, la economía china se ex¬pandió en torno a 8,5%, superando con creces la meta de 8% fijada por el go¬bierno a principios del año, cuando al¬gunos economistas advirtieron que el crecimiento podría alcanzar apenas un 5%. El gobierno publicará el jueves ci¬fras oficiales para el cuarto trimestre y el año completo.
Este dinámico crecimiento deja a China más cerca de desbancar a Japón como la segunda economía del mundo, pese a que los resultados finales de ese país no estarán disponibles hasta fines de febrero. Siguiendo el modelo que Ja¬pón implementó hace décadas, China se ha expandido a partir de una rápida in¬dustrialización y el traslado de una gran parte de su población rural a las ciuda¬des, donde puede conseguir mejores em¬pleos y comprar viviendas y productos de consumo.
Sin embargo, a medida que China prospera, los paralelos con Japón se vuelven más preocupantes.
Hay cierto temor de que China se tope con los mismos problemas que afrontó Japón a principios de los años 90, cuando la explosión de una gigan¬tesca burbuja inmobiliaria asfixió el crecimiento durante años. Wang Shi, presidente ejecutivo de la mayor ur¬banizadora de China, China Vanke Co., advirtió en diciembre que el país corre el riesgo de experimentar una burbuja inmobiliaria similar a la de Japón si las rápidas alzas de precios se expanden más allá de las grandes ciudades.
El gobierno implementó el miércoles controles más estrictos sobre los prés¬tamos de los bancos estatales, una se¬ñal de los temores sobre la formación de una burbuja. Reguladores reforzarán la supervisión de los préstamos y endu¬recerán los controles sobre la concesión de créditos de varios bancos, incluyendo Bank of China Ltd. Las iniciativas ahu¬yentaron a los inversionistas en China, lo que dejó su huella en las bolsas.
La suerte del mercado inmobiliario es un factor cada vez más importan¬te para la economía china. A medida que el gobierno retira paulatinamen¬te sus programas de estímulo, las em¬presas privadas necesitan gastar más para mantener la robustez del creci¬miento. El Banco Mundial estima que el boom de la construcción ha sido el principal motor de la inversión priva¬da en el último año. Otros sectores son reacios a expandirse ante la debilidad de la economía mundial y el exceso de capacidad en las industrias locales.
Siga leyendo el artículo del diario The Wall Street Journal, Américas, publicado por el diario La Nación de Buenos Aires
En 2009, la economía china se ex¬pandió en torno a 8,5%, superando con creces la meta de 8% fijada por el go¬bierno a principios del año, cuando al¬gunos economistas advirtieron que el crecimiento podría alcanzar apenas un 5%. El gobierno publicará el jueves ci¬fras oficiales para el cuarto trimestre y el año completo.
Este dinámico crecimiento deja a China más cerca de desbancar a Japón como la segunda economía del mundo, pese a que los resultados finales de ese país no estarán disponibles hasta fines de febrero. Siguiendo el modelo que Ja¬pón implementó hace décadas, China se ha expandido a partir de una rápida in¬dustrialización y el traslado de una gran parte de su población rural a las ciuda¬des, donde puede conseguir mejores em¬pleos y comprar viviendas y productos de consumo.
Sin embargo, a medida que China prospera, los paralelos con Japón se vuelven más preocupantes.
Hay cierto temor de que China se tope con los mismos problemas que afrontó Japón a principios de los años 90, cuando la explosión de una gigan¬tesca burbuja inmobiliaria asfixió el crecimiento durante años. Wang Shi, presidente ejecutivo de la mayor ur¬banizadora de China, China Vanke Co., advirtió en diciembre que el país corre el riesgo de experimentar una burbuja inmobiliaria similar a la de Japón si las rápidas alzas de precios se expanden más allá de las grandes ciudades.
El gobierno implementó el miércoles controles más estrictos sobre los prés¬tamos de los bancos estatales, una se¬ñal de los temores sobre la formación de una burbuja. Reguladores reforzarán la supervisión de los préstamos y endu¬recerán los controles sobre la concesión de créditos de varios bancos, incluyendo Bank of China Ltd. Las iniciativas ahu¬yentaron a los inversionistas en China, lo que dejó su huella en las bolsas.
La suerte del mercado inmobiliario es un factor cada vez más importan¬te para la economía china. A medida que el gobierno retira paulatinamen¬te sus programas de estímulo, las em¬presas privadas necesitan gastar más para mantener la robustez del creci¬miento. El Banco Mundial estima que el boom de la construcción ha sido el principal motor de la inversión priva¬da en el último año. Otros sectores son reacios a expandirse ante la debilidad de la economía mundial y el exceso de capacidad en las industrias locales.
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