Estos tipos quieren pelea. Los banqueros vuelven con fuerza al Foro Económico Mundial, una suerte de circo con varias pistas: la de los financieros pero también las de políticos, empresarios, burócratas y otras especies con dos cosas en común, poder y dinero, y no necesariamente por ese orden. Davos arranca hoy con Barack Obama en el centro de la diana.
Estos tipos quieren pelea. Los banqueros vuelven con fuerza al Foro Económico Mundial, una suerte de circo con varias pistas: la de los financieros pero también las de políticos, empresarios, burócratas y otras especies con dos cosas en común, poder y dinero, y no necesariamente por ese orden. Davos, un enclave alpino que cada año reúne a lo más granado -y a lo no tan granado- de la economía mundial, arranca hoy con Barack Obama en el centro de la diana.
El presidente estadounidense rompió la baraja la semana pasada con un golpe sobre la mesa del capitalismo de casino, buscando limitar el tamaño de la gran banca e impedir el uso de fondos de capital riesgo y otros vehículos especulativos de los que se sirven las entidades para ganar dinero a espuertas y, de vez en cuando, para incendiar la economía. "Si estos tipos quieren pelea, la tendrán", aseguró Obama hace unos días en referencia a la regulación que le espera a la gran banca, en un duro discurso que recogía la ira popular hacia Wall Street pero también el desencanto entre el electorado norteamericano.
Los banqueros no han tardado en recoger el guante. Habrá pelea. El primer round, en Suiza.
La banca faltó a la pasada edición de Davos. La quiebra de Lehman Brothers era aún demasiado reciente, la cuchillada en el sistema financiero demasiado profunda, el miedo campaba a sus anchas en los mercados y empezaba a filtrarse al conjunto de la economía. Esta vez es diferente. Los grandes países han empezado a crecer, China lo hace a una velocidad de crucero del 10%, el sector financiero sigue grave pero se ha estabilizado. Y los bancos han vuelto al foro. La consultora PriceWaterhouseCoopers presentó ayer una encuesta a 1.200 directivos de todo el mundo que muestra la confianza en la salida de la crisis: dos tercios de los grandes ejecutivos creen que la economía ya se está recuperando (aunque la risa va por barrios: ninguno del centenar de empresarios españoles encuestados cree que la economía española vaya a salir del pozo antes de seis meses). Lo mismo se respira en el Foro: "De la crisis pasamos a un optimismo muy matizado", decía ayer Moisés Naïm, uno de los participantes en Davos. "Aunque hay aún algunos agujeros en la economía que provocan ansiedad
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